Dakar 2026: cuántos miles de kilómetros, vehículos anotados y las dunas que recorrerán
Un mes y medio antes de que comience el Rally Dakar 2026, David Castera, el director del rally raid más duro reveló las ciudades por las que pasará la 48a edición, las distancias que se van a recorrer cada día en el Reino de Arabia Saudita y los desafíos que se proponen.
Entre las 96 naciones representadas, está la legión de Argentina con una veintena de anotados, respetable número a pesar de los costos para llegar a un destino distante.
Un vistazo al mapa muestra que este año no se internará la carrera en la sección de arena más grande del mundo, conocido como Empty Quarter por ser un cuadrante vacío de vida humana, aunque a la vez repleto de arena y dunas. “El Dakar es grande y tiene tanta fuerza con o sin el Empty Quarter”, respondió el francés, ante la consulta por uno de los paisajes más enigmáticos que se transitó en casi cinco décadas de historia que tiene la competencia todo terreno, que unía la capital de Francia y la de Senegal, para dar el nombre de París-Dakar.

En la entrevista que concedió a Jorge Dominico de La Nación, expresó: “Al final, los pilotos están, verán los números, en autos y camiones tenemos más competidores que el año pasado y que el anterior”, continuó quien fuera piloto de motos antes de dedicar su experiencia a la organización de encuentros todo terreno en los desiertos del mundo. Con toda razón lo remarca, pues la convocatoria vuelve a ser impactante, con 812 tripulantes que se reparten en 433 vehículos inscriptos.
Los grandes grupos se dividen en Motos (118), Autos (81), Camiones (46), UTVs (81); además de 99 coches históricos en el Dakar Classic -reservado para regularidad- y ocho con tecnologías alternativas dentro del Dakar Future. “El Dakar tiene esta fuerza porque la trabajamos”, resumió quien el responsable de expandir el legado de Thierry Sabine, creador de la carrera en 1978, iluminado por una experiencia límite en la que él mismo estuvo perdido en el desierto.
La confirmación de la ruta muestra que habrá un prólogo y 13 etapas para llegar a los 7994 kilómetros por recorrer, de los cuales 4840 km serán cronometrados. Sin el gran desierto Rub Al Khali, será una propuesta diferente, que se insinúa como “equilibrada” en cuanto a los retos divididos en dos semanas. “Tendremos casi 5000 kilómetros de pruebas especiales, hace mucho tiempo que no hacemos tanto. Y hay de todo en cada etapa, con muchas piedras al inicio, luego dunas y arena”, señaló el coordinador general.
El campamento inicial estará en las afueras de Yanbu, ubicada en las orillas del Mar Rojo. Se continuará el viaje por los imponentes cañadones rojizos de Al-Ula, rumbo a Hail y Riad, donde el sábado 10 de enero habrá un día de descanso a mitad del recorrido. La segunda semana llevará a los nómadas por Wadi Ad-Dawasir, donde se internarán en las etapas con mayor cantidad de dunas, siguiendo por Bisha, Al Henakiyah y de regreso a Yanbu. Cada semana, tendrá una “etapa maratón refugio”, en la que los pilotos y navegantes dormirán sin asistencia de sus mecánicos y deberán cuidarse entre ellos, como en los viejos tiempos.
Tal vez habrá menos terreno de arena pura, pero deberán surfear en dos días que suman casi 600 km en un mar de dunas. “Es casi igual, en cuanto al nivel de dificultad, lo que significa que hemos buscado un equilibrio”, añadió David Castera. Es que, con más de dos millones de kilómetros cuadrados de territorio, las oportunidades son infinitas: “A nivel de paisaje, tenemos la etapa de Al-Ula, un lugar muy lindo. Pero también una menos conocida: Wadi Ad-Dawasir, que está en bucle y es una de las más largas”.
En tanto, con la aparición del concepto “maratón refugio” en un campamento con equipamiento básico y nada más, se descartó continuar con las jornadas de dos días (48 horas crono) porque, técnicamente, era la misma etapa en términos reglamentarios y no podía modificarse el orden de largada de cada día. “Tuvimos un pequeño problema, sobre todo en las estrategias”, contó Castera, que prefiere regresar a lo tradicional por las “vivezas” de los pilotos. “El año pasado se han detenido al final de las etapas, perdiendo tiempo de manera voluntaria para largar más atrás”, refirió.
Al volver al formato tradicional, explicó, “el que pierde tiempo el primer día porque salió primero, al día siguiente va a largar más atrás y no vas a perder tanto tiempo”. Salir adelante en el camino obliga a estar atento a la navegación en detrimento de la velocidad, situación aprovechada por el que viene siguiendo las huellas del que pasó antes. El orden de salida de cada día se define con el resultado del día anterior, entonces quien gana hoy saldrá primero mañana y, en teoría, la tendrá más difícil. Es por eso que, en lo estratégico, los pilotos buscan evitar estas situaciones, de la manera que puedan.
Argentina está bien representada
Entre tantos aventureros, la lista de argentinos se mantiene en una cantidad importante de 20 personas que van a competir al Dakar. Desde los campeones mundiales, Nicolás Cavigliasso y Valentina Pertegarini en la clase Challenger, hasta los que se lanzan a recorrer el cercano oriente sin mirar los detalles. El neuquino Santiago Rostan es uno de ellos y aseguró a LA NACION que, al no tener casa propia, alquila su vivienda y prefiere no sumar los detalles para saber lo que cuesta afrontar en esta locura deportiva: “Yo trabajo 12 horas por día y sé que de ahí tengo 8 horas para ahorrar y poder ir al Dakar y 4 horas para seguir viviendo el día a día”.
También estará Luciano Benavides con su KTM, recuperando rodilla y hombro tras una caída en el Rally de Marruecos, semanas atrás. Por último, entre las motos retornará el cordobés Leonardo Cola, representando a Las Higueras y con el objetivo de “terminar lo que empecé en 2020”, cuando abandonó por una lesión.
En la misma clase donde el matrimonio de Nico y Vale fueron coronados, se suma Augusto Sanz como navegante de la joven neerlandesa Puck Klaassen, el dúo de David Zille y Sebastián Cesana buscando más triunfos en etapas para pelear por el podio, Fernando Acosta navegando al español Oscar Ral y, debutando en estos coches, correrá Pablo Copetti con un acompañante brasileño.
Además, el salteño Kevin Benavides correrá el Dakar por primera vez en cuatro ruedas, acompañado por el sanjuanino Lisandro Sisterna. “Más allá de ver mi número en otra categoría, lo importante es ver de vuelta mi número”, resumió Kevin ante la consulta de LA NACION, pues históricamente corrió en motos con el #47 y ahora que corre en un Taurus T3 Max estará identificado con el #347. Casi pierde la vida en un accidente a mediados del 2024, se recuperó en tiempo récord y corrió el Dakar 2025 hasta la mitad, con la fuerza de un solo brazo. Allí tomó el camino del traspaso, dejando las motos para pasar a los autos.
Otro que se recupera, en su caso de una dolencia en la espalda, es el hispano argentino Fernando Álvarez Castellano, que se anota entre la divisional Side by Side. Aquí también corre Manuel Andújar, doble ganador en cuatriciclos, haciendo debutar en esta carrera a su navegante Andrés Frini. En este grupo estará, dentro del equipo oficial de la marca Can-Am, Jeremías González Ferioli junto a Gonzalo Rinaldi. Hablando de los coches grandes y potentes, Juan Cruz Yacopini es el único anotado de Argentina hasta el momento con una Toyota Hilux, esperando la definición del navegante Bruno Jacomy ante la chance de hacer la carrera con el chileno Lucas Del Río al volante.
Además, en el Dakar Classic se verá a Gastón Mattarucco navegando al colombiano Javier Vélez, así como el cordobés Benjamín Pascual vuelve a las motos eléctricas para defender el triunfo en la clase Mission 1000. A pesar de estar en un día ajetreado, con semejante lista de buena fe, el director de la carrera remarca el valor de la convocatoria desde esta parte del mundo: “Para los argentinos fueron importantes los diez años que hemos pasado en Sudamérica. La gente ha visto la cultura del Dakar, han soñado con él y cada año están luchando al frente en muchas categorías”, analizó Castera.
El Rally Dakar 2026 iniciará el Campeonato Mundial de Rally Raid W2RC, que tiene cinco fechas en su calendario, incluido el regreso el Desafío Ruta 40 de Argentina. “Tras un año de ausencia, es fantástico volver a formar parte del campeonato mundial”, destacó David Eli, organizador local de la competencia insignia de Sudamérica, que se disputará del 24 al 29 de mayo. Este es el certamen en el que se consagraron Cavigliasso y Pertegarini tras ganar el Dakar y sumar fuerte en las siguientes competiciones. En la próxima temporada, también se visitará Portugal (marzo), dejando para el final al clásico de Marruecos (octubre) y el gran cierre con las dunas eternas del Abu Dhabi Desert Challenge, en noviembre.
Para La Nación Jorge Dominico



