La número 2 del FMI se reunió con Luis Caputo para monitorear el plan de ajuste
El ministro de Economía, Luis Caputo, recibió hoy cerca del mediodía a la número 2 del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath, en el marco de su visita sorpresiva al país para monitorear la marcha del plan de ajuste después del fracaso de la ley ómnibus y repasar las reformas previstas por el gobierno de Javier Milei antes de la siguiente revisión del programa en mayo.
Gopinath aterrizó esta mañana en Buenos Aires acompañada de Luis Cubeddu, subdirector del departamento del Hemisferio Occidental, Ashvin Ahuja, jefe de misión del FMI para Argentina, Ben Kelmanson, residente representante senior del organismo en Argentina y Matthew Jones, asesor senior de la primera subdirectora gerente del Fondo.
“La Primera Subdirectora Gerente del FMI, Gita Gopinath, arribó hoy a Buenos Aires donde mantendrá reuniones con el presidente Milei, su equipo económico, académicos, sociedad civil, empresarios y trabajadores», señalaron fuentes del organismo. Desde el Gobierno, en tanto, confirmaron que la funcionaria se reunirá mañana con Milei en Casa Rosada.
Caputo se reunió en el Palacio de Hacienda desde el mediodía hasta la tarde con el equipo de la economista.
No fue la primera vez que se encuentran cara a cara. Gopinath se había reunido con el ministro y Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos en enero.
La visita apuntaría a despejar las dudas que hay en el organismo y Wall Street sobre la sostenibilidad política del programa aprobado hace tres semanas atrás. El último staff report del organismo menciona los riesgos que enfrenta el programa, entre ellos, la situación social.
El Gobierno avanzó en un fuerte ajuste de las cuentas fiscales, que se reflejó en superávit primario y financiero alcanzado en enero, el mayor en 12 años. Caputo, a su vez, celebró en los últimos días la desaceleración de la inflación, la acumulación de reservas y la reducción de la brecha cambiaria, aunque advirtió que los próximos meses van a ser «durísimos».
En el Fondo hay preocupación por cómo seguirán los números después de enero. Tras la caída de su primera ley en el Congreso, el Ejecutivo recortó el gasto público casi 40% interanual en enero a través de la postergación de pagos de subsidios a CAMMESA, la eliminación del fondo para el pago a los docentes (Fonid) y una fuerte licuación de las jubilaciones.
En el organismo saben que esas medidas sobre el gasto difícilmente se puedan sostener en el tiempo para asegurar el «déficit cero». Tampoco la recaudación a través de tributos asociados a la devaluación, con un dólar oficial subiendo al 2% mensual. Caputo intentó compensar la demora en aprobar la ley con esos recortes, el impuesto PAIS y la suba del impuesto a los combustibles.
«El revés parlamentario le cuesta al paquete fiscal una reducción del ajuste de 0,5% respecto a lo presentado al FMI o de 0,8% respecto al programa original. Por el momento, retraer 0,5% del PIB de otras fuentes no parece un gran desafío aunque, nuevamente, el riesgo refiere a la sostenibilidad fiscal de un ajuste de magnitud que cada vez se basa más en recorte de gastos y menos en suba de impuestos», señaló un informe de la consultora PxQ.
Sin el apoyo del Congreso, Milei se embarcó en un duro enfrentamiento con los gobernadores. En ese marco, la presencia de Gita apunta a reforzar el apoyo al gobierno y destrabar las reformas en un momento que la economía atraviesa una fuerte recesión. Por el impacto de la inflación sobre los ingresos, el consumo y la actividad, el FMI espera una caída del 2,8% en 2024.
El Fondo aprobó el 31 de enero pasado el desembolso de US$ 4.700 millones con los que el gobierno pagó los vencimientos por US$ 1.900 millones ese mes y US$ 600 millones de intereses en febrero. A cambio, Argentina se comprometió a alcanzar un superávit fiscal primario del 2% del PBI a fin de este año y a acumular US$ 10.000 millones en compras de reservas a fines de 2024.
Clarín