The Wall Street Journal entrevistó a Javier Milei quien defendió su programa económico y advirtió: “No hay plan B”

En una entrevista con el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) publicada durante la madrugada de este domingo el Presidente Javier Milei confirmó que el país requiere de urgentes inversiones para seguir con el ajuste fiscal, aunque reveló que en el Ejecutivo están “sorprendidos” por los resultados obtenidos hasta ahora. Adelantó, además, que iniciará charlas “adultas” con Reino Unido por las Islas Malvinas.

“En dos años habremos terminado con la inflación”, diagnosticó Milei, quien destacó que el Banco Central sumó 5 mil millones de dólares a sus reservas solo en el último mes. “Cuando empezamos a ver la forma en la que corren los datos y la inflación, estamos sorprendidos por la velocidad con la que alcanzamos resultados”, reconoció.

En ese sentido, volvió a marcar que una de las soluciones para ingresar dinero rápidamente a las arcas nacionales será con la privatización de empresas. Si bien Milei desestimó un orden de prioridad para avanzar en esa dirección, no dejó dudas sobre las intenciones del Gobierno para hacerlo “todo lo rápido que se pueda”. “Todo lo que pueda vender de empresas del Estado lo haré a la brevedad. Pero hay restricciones institucionales. No es una cuestión de nombres, sino de una restricción técnica de tiempo”, consideró, en un clip difundido de la entrevista.

El Presidente aseguró que el país estaría en condiciones de poder dolarizar la economía, con el objetivo de darle a la población la posibilidad de elegir la moneda con la que desean operar. “En el último mes compramos 5000 millones de dólares y la base monetaria es de 7000/8000 millones de dólares, con lo cual, si terminamos de limpiar los pasivos del Banco Central, estaríamos en condiciones de dolarizar con poco dinero”.

En este sentido, Milei aseguró que no hay otro plan para su rumbo económico. “Siempre hemos hablado de una libre competencia de monedas. Es probable que en un principio elijan el dólar”, dijo y añadió: “No hay plan b. Si hacés las cosas las haces bien. Si las empezás a hacer más o menos y negociás… es la historia de la Argentina”.

Sobre las reformas que impulsa en el Congreso dijo que “Esto representa solo un cuarto de las reformas que proponemos, y una vez que las leyes pasen por el Congreso, estamos dispuestos a empujar por más”.

En un repaso de lo que han sido los primeros cincuenta días del gobierno de Milei, se enumeró la devaluación del peso en un 50%; un salto inflacionario; y los embates con la Justicia y la oposición. Así, la publicación estadounidense también señaló los frenos que ha tenido el mandatario para avanzar con la ley ómnibus en el Congreso.

“[Javier] Milei sigue siendo popular, con un 58% de apoyo, según la encuestadora local Poliarquía. Y una encuesta de Opinaia mostró que el 70% de los argentinos respaldan sus planes de recortar el gasto público en un país acostumbrado a generosos subsidios al transporte y la electricidad”, destacaron los analistas del WSJ, quienes destacaron que la aprobación del Presidente podría caer más.

Y advirtieron: “Mostrar una mejora en la economía es esencial si Milei quiere evitar el tipo de caos que tuvo lugar durante la crisis financiera de Argentina en 2001-2002, que llevó a una elección de cinco presidentes en dos semanas y a disturbios que dejaron más de 30 muertos”.

Tras su polémico discurso en el Foro Económico de Davos, el Presidente sostuvo que no fue solo para sentar un precedente y generar una reacción, sino para atraer la mirada de inversionistas al país. “Es cierto que nosotros necesitamos inversiones porque una de las cosas que sucede es que, cuando hacés un ajuste fiscal aumentás el ahorro, pero si no hay una contrapartida de inversión hay caída de la actividad económica, del empleo y los salarios reales”.

Consultado sobre su posición con respecto a las alianzas y el posicionamiento global, Milei dijo que no ve con malos ojos que los privados puedan negociar con China, pero que no comparte la visión geopolítica del gigante asiático.

“No voy a estar aliado con los comunistas y rechazamos ser parte de los Brics. Pero la cuestión comercial no debería estar afectada… Eso es parte de los privados, pero no son nuestros socios estratégicos. Hay que separar la visión geopolítica de la comercial”, aseveró.

En la misma línea, y tras reunirse con David Cameron, Canciller de Reino Unido, fue consultado sobre si existían planes para seguir con los reclamos por soberanía de Malvinas. “Podemos tener una diferencia con Reino Unido por las Malvinas, sin embargo no imposibilita que podamos tener un conjunto de relaciones comerciales adultas”, consignó y adelantó: “Hemos decidido tener una relación adulta en la cual participar en la agenda internacional y empezar a tener una charla sobre nuestra diferencia territorial”.

Por último en el orden internacional, el medio estadounidense le preguntó al presidente argentino sobre su apoyo a Israel en la guerra con Hamas y el rechazo y repudio al accionar de la organización terroristas radicada en Gaza. “Tengo una posición clara al respeto. Decidimos condenar los actos terroristas de Hamas y solidarizarnos con Israel, y su pueblo independientemente de la nacionalidad de los habitantes. Consideramos que Israel tiene derecho en términos de legitima defensa”. En tanto, se diferenció de líderes regionales como Gustavo Petro en Colombia y Manuel López Obrador de México: “Lo que opine el resto es una cuestión del resto. Nuestra política se diseña desde una perspectiva moral”.

El jefe de Estado descartó, por el momento, la posibilidad de convertirse al judaísmo, ya que consideró que podría interferir con sus responsabilidades presidenciales. “Existe la posibilidad de convertirme al judaísmo. No lo podría hacer ahora porque el cumplimiento de los preceptos podría hacer colisión con mi actividad de presidente, como por ejemplo a la hora de respetar el Sabbat. Es más profundo y más de largo plazo”, expresó.

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