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Australian Open: Jannik Sinner derrotó a Daniil Medvedev y ganó su primer Grand Slam

El italiano Jannik Sinner hizo historia este domingo al vencer por 3-6, 3-6, 6-4, 6-4 y 6-3 al ruso Daniil Medvedev y coronarse campeón de la edición 2024 del Australian Open después de tres horas y 44 minutos de acción y suspenso en el Rod Laver Arena del Melbourne Park. El chico nacido hace 22 años en San Candido, que venía de borrar de la cancha a Novak Djokovic en semifinales, consiguió su primer título de Grand Slam y dejó con las manos vacías al moscovita, quien revivió la pesadilla vivida hace dos años cuando cayó en la definición de este certamen con Rafael Nadal luego de haber estado también dos sets arriba.

Sinner es, además, el primer campeón italiano de un major en la Era Abierta luego de la pionera consagración de Adriano Panatta, en Roland Garros 1976 – el legendario Nicola Piatrangeli también ganó en París, pero en 1959 y 1960-. El pupilo del australiano Darren Cahill va, indiscutidamente, por el número uno del mundo a pesar de que los 1.820 puntos que sumó en tierras oceánicas no le permitieron salir del cuarto puesto del ranking de la ATP. Una curiosidad: este primer gran triunfo llega tras 16 intentos fallidos en GS y con 22 años. ¿Adivinen quién vivió la misma experiencia? Un tal Roger Federer. No por mucho madrugar…

«Daniil, felicidades a vos y a tu equipo. Tu esfuerzo y dedicación van a pagar sus frutos. Te deseo lo mejor. Gracias a mi equipo. Trabajamos para mejorar día a día. Soy un afortunado de tenerlos de mi lado. Ojalá todos tengan unos padres como los que tengo yo. Les agradezco por no presionarme y dejarme ser lo que quería ser«, dijo Sinner, ya sin gorra y con su flequillo colorado, al recibir el trofeo reservado para los campeones.

Medvedev, en cambio, demostró ser un gran perdedor: «Felicidades, Jannik. Hoy demostraste por qué lo mereces. Espero vencerte en la próxima final, ya van tres seguidas que me ganas. Fueron dos semanas maravillosas. Gracias a todos. No es lindo perder una final, pero es mejor que perder antes», señaló el ruso tras convertirse en el primer jugador en la historia que pierde dos veces una final de un torneo grande luego de haber estado dos sets arriba.

Al cabo de casi cuatro horas, jugaron 283 puntos: Medvedev ganó 141 y Sinner apenas festejó uno más. Una prueba contundente de que se trató de una definición súper pareja. Y que la diferencia pasó, más que por el juego, por la mente. El talento y la potencia del italiano se potenciaron desde la llegada de Cahill a su banco. El australiano, quien llevó a Lleyton Hewitt, Andre Agassi y Simona Halep a ganar GS, demostró una vez más su versatilidad y sabiduría como entrenador.

Clarín

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