Una automotriz anunció que reintegrará a sus clientes los impuestos internos si se derogan antes del 31 de enero

El proyecto de reforma laboral incluye un artículo que deroga el gravamen que encarece al público un 22% y las ventas en uno de los segmentos que frenaron sus ventas.

Una noticia en apariencia positiva como la posible eliminación de un impuesto está generando más de un dolor de cabeza entre los vendedores de vehículos de alta gama.

Ocurre que los vehículos con un valor fiscal de 75 millones de pesos, que tras impuestos y margen del concesionario llegan a un valor de más de 100 millones de pesos o 70.000 dólares, siguen estando alcanzados por los impuestos internos.

Este tributo, que existe desde la época de Domingo Cavallo pero que fue actualizado por Axel Kicillof en sus días de ministro de Economía como un “impuesto al lujo”, alcanza a vehículos, embarcaciones, motos de alta gama y otros bienes considerados suntuarios.

Entre 2011 y 2016, y nuevamente entre 2020 y principios de este año, la primera escala del “impuesto al lujo” había llegado a gravar incluso vehículos de fabricación nacional y muchos incluso de entrada de gama como las versiones top de los Fiat Cronos y Peugeot 208.

En enero el Gobierno eliminó la primera escala, tal como había hecho el gobierno de Macri a principios de 2016 y redujo a la mitad la alícuota de la segunda escala que, sí, grava a a los cero kilómetro que se ubican del medio hacia arriba dentro del tope de la gama.

Ahora ese tope también podría ser eliminado: según el borrador que trascendió sobre el proyecto oficial de reforma laboral, el artículo 192 incluye la eliminación de los impuestos internos a una serie de bienes y servicios, incluidos autos, embarcaciones y aeronaves.

En el caso de los autos, el impuesto es del 18% (era del 35% hasta enero de este año, cuando se eliminó la primera escala y fue rebajada a la mitad la segunda) y tiene una incidencia real sobre el precio de 22%.

Por ese motivo, todas las ventas de vehículos de alta gama quedaron automáticamente detenidas en cuando trascendieron los pormenores del proyecto que el Gobierno envió al Senado este jueves.

La primera respuesta práctica desde el lado empresario se conoció este viernes: Prestige Auto, la empresa local que compró Mercedes Benz Argentina y que tiene a su cargo la importación de los vehículos de alta gama de la marca, comunicó que devolverá a sus clientes el importe pagado a cuenta de impuestos internos para todas las unidades adquiridas entre el 1° de diciembre y el 31 de enero, siempre y cuando el tributo haya sido eliminado antes de esa última fecha.

En concreto, el comunicado de la empresa que encabeza el ex Toyota Daniel Herrero dice lo siguiente: “Desde Prestige Auto creemos que el objetivo de avanzar en la eliminación de los impuestos internos en el sector automotriz es una medida positiva. Es clave que el proceso legislativo avance con previsibilidad y que el Gobierno acompañe esta transición para evitar que la expectativa de cambio afecte el ritmo de consumo”.

Agrega: “Desde nuestra empresa apoyamos esta iniciativa y confiamos en que una implementación ágil permitirá que sus beneficios se reflejen plenamente en el sector y en los consumidores. En este sentido, nosotros como política comercial vamos a devolver el valor de esos impuestos a todos los clientes que compren nuestros vehículos entre diciembre y enero, si la norma se establece hasta el 31 de enero”.

Prácticamente todas las terminales automotrices, así como los importadores sin fábrica en el país, tienen entre su cartera vehículos de alta gama con un precio al público que supera los 70.000 dólares y que con los impuestos internos suben un 22% de manera automática. Por lo cual en estas horas son varias las oficinas comerciales que están evaluando estrategias para evitar un freno en las ventas de estas unidades que suelen ser las que dejan más margen comercial. Entre los vendedores una frase básica es “auto chico ganancia chica, auto grande ganancia grande”.

Clarín

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