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Sin Visa para ingresar a EE.UU.: cómo será el largo proceso para entre en vigencia

El primer paso concreto para avanzar en el proceso que le permita al país reingresar al Programa de Exención de Visa (VWP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos comenzó el 1° de mayo pasado.

Por Guillermo Idiart para La Nación

Ese día, equipos técnicos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, sigla en inglés), a cargo de Kristi Noem, y de la embajada argentina en Washington, que lidera Alec Oxenford, empezaron a trabajar para definir la viabilidad del proyecto. Estados Unidos presentó una especie de self-assessment [autoevaluación] para determinar si la Argentina podía cumplir con los estrictos requisitos que implica el programa, que hoy tienen 42 países.

Fue como un checkpoint. Cuando los equipos vieron que era viable, que no había nada que impidiese avanzar con el programa, se empezó con el trabajo técnico, señaló una fuente al tanto de las negociaciones en Washington. Lo que firmaron este lunes Noem con Javier Milei cristaliza ese esfuerzo y le dará un impulso a los grupos de trabajo, añadió, en referencia al encuentro que mantuvieron el Presidente con la secretaria de Seguridad Nacional, cuyo organismo administra el VWP en coordinación con el Departamento de Estado que lidera Marco Rubio.

De la firma de la declaración de intención en la Casa Rosada también participaron la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el canciller, Gerardo Werthein.

En sus evaluaciones, los equipos técnicos argentinos determinaron que la aplicación del proyecto era viable y que no había ningún red flag (bandera roja). Se aseguraron de que el acuerdo no vulnerara la soberanía, ni los datos personales de los argentinos, ni los datos de propiedades del país, y que fuera dentro de los estándares de la industria.

El embajador Alec Oxenford, al presentar las cartas credenciales al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Salón Oval de la Casa Blanca.
El embajador Alec Oxenford, al presentar las cartas credenciales al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Salón Oval de la Casa Blanca.X embajada argentina en eeuu

Tras la concreción del self-assessment y un estudio exhaustivo, el siguiente paso llegó el 9 de junio, cuando Oxenford le entregó en mano una nota, que expresaba la intención de la Argentina de entrar al programa, a Simon Bland, de la Oficina de Estrategia, Políticas y Planes del DHS, y que por elevación llegó a Noem.

Fue una muestra de la voluntad del país de acceder al VWP, y el asunto tomó un carácter más formal, indicaron en Washington, donde se señaló que, en caso de concretarse, el programa significará un upgrade para los procedimientos de seguridad en la Argentina.

Cambio clave en las fronteras

Las fuentes consultadas por LA NACION en la capital norteamericana destacaron que, más allá de la posibilidad de que los argentinos puedan viajar a Estados Unidos por motivos de negocios o turismo para estancias de hasta 90 días sin necesidad de visado en caso de aprobarse el plan, lo más importante es que el acuerdo incrementará la capacidad de las fuerzas argentinas para controles fronterizos, con intercambio de capacitación para las fuerzas de seguridad.

Las fuentes reconocieron que el acuerdo le serviría muchísimo a la Argentina, al tiempo que resaltaron que la cooperación en seguridad con Estados Unidos ya estaba desde hace tiempo in crescendo. El VWP sería la frutilla del postre, destacaron.

El esfuerzo para llevar adelante las negociaciones es multiministerial, con personal de Cancillería, Migraciones, Seguridad y la vicejefatura del Interior, con la coordinación de la embajada en Washington, y se enmarca en la muy buena sintonía de las administraciones de Trump y de Milei desde que el líder republicano volvió a la Casa Blanca, el 20 de enero pasado.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la Casa Rosada.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la Casa Rosada.ALEX BRANDON – POOL

“Este paso refleja la calidad del vínculo entre nuestros gobiernos y la confianza creciente que existe entre nuestras instituciones”, señaló Oxenford a LA NACION.

“La posibilidad misma de avanzar hacia la exención de visado es una expresión concreta del excelente vínculo entre Milei y Trump, una relación basada en la confianza mutua y en una visión compartida sobre muchos de los desafíos globales”, añadió el embajador argentino.

En un mundo donde la mayoría de los países están endureciendo sus políticas migratorias, que Estados Unidos considere a la Argentina para este programa es un “hecho notable”, destacó a LA NACION una fuente conocedora de las negociaciones. El VWP no se trata solo de facilitar viajes, sino de implementar mejores estándares de gobernanza migratoria, añadió.

“Bajo el liderazgo de Milei, la Argentina se está convirtiendo en un aliado aún más sólido de Estados Unidos, más comprometido que nunca con la seguridad fronteriza de ambas naciones. La Argentina tiene ahora la tasa más baja de permanencia ilegal tras la expiración del visado de toda América Latina y un 25% más de argentinos viajaron a Estados Unidos en los primeros cuatro meses de este año en comparación con el año pasado, lo que supone el mayor aumento de los 20 principales países de origen de los viajeros internacionales”, dijo Noem este lunes a través de un comunicado.

“Por eso estamos tomando medidas para permitir que la Argentina vuelva a participar en el Programa de Exención de Visa”, añadió la funcionaria.

Antes de ser aprobado para reingresar al programa −la Argentina formó parte entre 1996 y 2002−, el país deberá atravesar una serie de evaluaciones y procedimientos de seguridad para verificar que cumple con los requisitos y estándares exigidos por el DHS.

El VWP utiliza un «enfoque basado en el riesgo y con múltiples capas para detectar y evitar que terroristas, delincuentes graves y otros actores malintencionados viajen a Estados Unidos“, señala el organismo dirigido por Noem. No hay plazos definidos para una posible aprobación del programa por parte de Estados Unidos, aunque las autoridades argentinas tienen una alta expectativa en que pueda concretarse lo más pronto posible.

El proceso de aceptación para el VWP termina con una inspección que hace Estados Unidos en aeropuertos, evaluaciones sobre cómo se emiten los pasaportes y otros asuntos, como los sistemas para que las alertas rojas en una determinada situación sean para los dos países, al compartir bases de datos sobre terrorismo. También reconocieron que en las conversaciones se trató el tema de los controles fronterizos argentinos.

“Reforzamos la cooperación para identificar prófugos, combatir el narcotráfico y blindar nuestras fronteras. Alianza estratégica con valores comunes”, señaló Bullrich en X luego de la reunión en la Casa Rosada.

Lo que falta es un acuerdo marco de seguridad fronteriza avanzada, que aquí se llama enhanced border security. Las autoridades argentinas aún no tienen ese borrador, pero los funcionarios norteamericanos están trabajando en eso para presentarlo.

Respecto a la tasa anual de denegación de visados de visitante temporal (es decir, visados B), que según los requisitos del DHS deber ser inferior al 3% (la Argentina tuvo 8,9% en el año fiscal 2024), las fuentes consultadas señalaron que eso depende de la embajada norteamericana en Buenos Aires, y que lo que la Argentina puede hacer para bajar esa cifra es colaborar con buenas prácticas de los solicitantes.

LA NACION también consultó por la firma de la declaración de intención para el ingreso de la Argentina al VWP al Departamento de Estado norteamericano. “Por el momento no tenemos nada que mostrar”, señaló un vocero del organismo, que trabaja en coordinación con el DHS en la aplicación del programa.

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