Se acerca a la Tierra el cometa 3I/ATLAS, que algunos señalan como una nave interestelar inteligente
A 200.000 kilómetros por hora (60 km por segundo), el cometa 3I/ATLAS viaja por el Sistema Solar a una velocidad vertiginosa. Y mientras hoy ya pasó lo más cerca del Sol en su único viaje por nuestro vecindario cósmico, los astrónomos en la Tierra se preparan para observarlo con una amplia red de telescopios y sondas espaciales de acá a diciembre, cuando alcance su punto más cercano a nuestro planeta.
La aparición del cometa 3I/ATLAS trajo a la memoria de muchas personas la temida advertencia realizada por el físico británico Stephen Hawking. El científico, que dedicó buena parte de su carrera a reflexionar sobre el universo, su creación y hasta la posibilidad de vida extraterrestre, advirtió en más de una ocasión las consecuencias que podría traer para la humanidad un eventual contacto con civilizaciones más desarrolladas.
El físico teórico de la Universidad de Harvard, Avi Loeb, se niega a descartar que el objeto sea en realidad una sonda o nave interestelar enviada por una civilización desconocida. En declaraciones recientes, el experto pidió a la comunidad internacional que se tome en serio la posibilidad de un encuentro de este tipo. “Nos preocupamos por las amenazas existenciales como la inteligencia artificial o el cambio climático, pero no hablamos de tecnología alienígena. Deberíamos hacerlo”, sostuvo.
Esta discusión reavivó las advertencias realizadas por Stephen Hawking, quien en 2010, durante la serie documental Into the Universe, aseguró que “si los extraterrestres nos visitan alguna vez, el resultado podría ser similar a cuando Colón llegó a América, lo cual no terminó bien para los nativos americanos”. Según su análisis, una civilización capaz de recorrer el cosmos probablemente haya agotado los recursos de su propio planeta y busque otros para colonizar.
Su visión se relaciona con la llamada “hipótesis del bosque oscuro”, que plantea que múltiples civilizaciones podrían existir en el universo, pero prefieren mantenerse en silencio por miedo a atraer la atención de otras más poderosas. Bajo esa perspectiva, cualquier intento de comunicación sería una jugada riesgosa que podría revelar nuestra posición en el espacio. Es por esto que Hawking se mostraba negado a que se realicen los famosos envíos de información al espacio con coordenadas, videos o incluso muestras vivas de nuestro mundo.
Con información de medios



