La obra social de militares y gendarmes lleva más de una semana suspendida
Decenas de familias mendocinas -del resto del país- están sin cobertura de salud porque la obra social que les corresponde, y que no pueden cambiar por otra, no paga los servicios de salud que brindan profesionales y clínicas de San Rafael y Valle de UCO. Es el Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (Iosfa) que, mayormente, tiene cientos de afiliados en esta región, en actividad y jubilados.
Sobre el tema habló el presidente del Círculo Médico de San Rafael, Dr. Sergio Fornara, quien manifestó que el IOSFA declaró que hay un desfinanciamiento muy importante y que intentan darle una solución, pero aún no han hecho efectivo el pago de la deuda que se remite.
Fornari explicó que cuando las obras sociales están muy retrasadas en los pagos, al Círculo no le queda otra opción que suspender los servicios porque se va haciendo una bola de nieve que después es impagable.
También dijo que «no es algo que esté pasando a nivel de San Rafael, está pasando en toda la provincia y en todo el país».
La zona donde los profesionales y efectores que más padecen este desfinanciamiento del IOSFA es la de Valle de UCO, pero también están los afiliados -que es el personal del Ejército y de Gendarmería y sus familias- de Tunuyán, La Consulta, Eugenio Bustos, San Carlos, o sea toda la zona centro de Mendoza y también, claro, la del norte provincial.
Fornari detalló que el Círculo Médico del Oeste y que los profesionales y efectores están están sufriendo esta circunstancia, «que habían ya hablado con representantes de Buenos Aires, pidiendo una recomposición de los tiempos de pago porque se han retrasado mucho y esto va para todas las obras sociales, están pagando los intereses de la mora que se genera».
Lamentó que no les quede «otra opción», que pagan valores históricos, y que el pago quedó desfasado en el tiempo, sobre todo en la época de inflación.
Señaló que esto no solamente pasa con las obras sociales sindicales, sino también con algunas de las obras sociales prepagas que quedaron desfasados crónicamente.
Otro de los inconvenientes para llegar a un acuerdo es que no hay interlocutor, ya que la persona que hizo de nexo durante años se jubiló y con la que hay actualmente no tienen la misma relación, por lo que los círculos médicos, no tienen un punto de contacto con las fuerzas de seguridad nacionales: «Ahora no tenemos a a ninguna persona con la que podamos dirigirnos en forma directa».
La única pretensión de los círculos médicos es que les paguen en tiempo y forma, si bien tienen inconvenientes con algunas, hay muchas que están funcionando medianamente bien y con los aranceles que les solicitan.
Retraso en las autorizaciones
Fornari lamentó el retraso a que somenten a afiliados y prestadores cuando las obras sociales deben autorizar alguna práctica (cirugía, estudio…), esto produce una dificultad que «es bastante importante para el paciente, porque si yo le pido a un paciente que la cirugía será tal día y tal fecha y después la obra social a último momento, dice ´dígale que se lo pasen para la semana que viene´.
Explicó que los pacientes se preparan para la cirugía, pero que les hacen «requerimientos ridículos de documentación. No veo mal que que hagan pedidos de las cosas para corroborar que la patología de la paciente sea la que la tiene. Lo que sí veo mal es que en el tiempo de la informática esto sea lento».
Cuestionó que hay casos en los que «se toman 12 días para dar una autorización, cuando hoy, casi todas las obras sociales después de la pandemia suben todo a una plataforma. Por esto en tres o cuatro días le tienen que decir, ´señora, no se lo autorizamos´ o ´sí, se lo autorizamos porque corresponde´. Esto le daría al paciente la libertad de hacer lo que sienta o sea conveniente como paciente o según sus recursos».