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OPINIÓN: Multiple choice para descartar políticos medio burros

Trump podrá tirarnos una anchoa para sostener la economía un rato más, pero con la parte política no nos puede ayudar nadie. Es toda nuestra.

Antes que nada, bajémosle un cambio al escándalo del diputado Espert y llevemos tranquilidad al electorado. Veamos la parte positiva del episodio: hoy más que nunca está claro que al país le podrán faltar dólares pero la provisión de porro y de fafafa está asegurada.

Esta es una gran noticia para las ambulancias de Mario Ishii y también para las de otros barones del peronismo bonaerense.

De todo esto se desprende una novedad aún mucho más trascendente: todo lo que estuvimos viendo esta semana en relación a los narcos, la guita, los vuelos privados, el financiamiento de campañas y demás tradiciones demuestra que en la Argentina algunos temas tienen continuidad, más allá de los gobiernos. ¿Querían políticas de Estado? Acá tenemos una que anda fenómeno.

Dicho todo esto, vamos a lo realmente importante.

Últimamente hemos comprobado que todo lo que el gobierno decía que estaba bien, al final parece que no era tan así. Tambalea la idea de que este es el mejor gobierno de la historia argentina y de que Caputo es el mejor ministro que conoció occidente.

Dios quiera que solo estemos ante problemitas pasajeros, aunque la realidad nos muestra que la cosa es bastante seria. Seguimos mangueándole guita al mundo, como siempre. Fuimos del blanqueo al préstamo del FMI pasando por “usá tranquilo la guita del colchón que no te vamos a preguntar nada” para terminar limpiando los vidrios de la Casa Blanca y llevándole a Trump el desayuno a la cama con tal de que nos tiren una anchoa. Algo no andaría demasiado bien porque no paramos de rascar el fondo de la olla.

Si EE.UU. no nos tiraba una soga, al gobierno se le hundía el barco con todos nosotros adentro.

¿Qué es lo que en verdad nos dió Trump? Una típica promesa paternal: “si te falta la mosca de los bonistas yo te doy una mano, pero si querés verdes para fumártelos tratando de mantener el valor del dólar, olvidate de mí”.

¿Por qué al gobierno se le escapa el dólar? Porque no les cree nadie. ¿Por qué no les cree nadie? Porque les falla la política.

Toda la guita que Trump pueda prestarnos apenas resuelve la urgencia económica y solo por un ratito. Con la política, Trump no nos puede ayudar (no puede con él mismo, menos va a poder con nosotros).

La política es toda nuestra. Más allá de que en las próximas elecciones se repita la paliza o que el gobierno la de vuelta, la situación amerita un replanteo general.

Los mandriles, tantas veces agredidos y despreciados por Milei y sus Fuerzas del Cielo, están obligados a olvidar el pasado reciente y deponer viejos rencores. Es hora de arremangarse y ayudar a estos libertarios delirantes a encarrilar el gobierno sobre vías que lleven a un desarrollo occidental y capitalista antes de que sea demasiado tarde y vuelvan los chavistas.

Siempre debemos recordarle a Milei que se lo votó para alejar a los populistas, no para que los traiga de vuelta.

¿Cómo le damos una mano a estos muchachos? Lo primero que debemos hacer es una fuerte autocrítica. Veamos.

Hoy estamos gobernados por tres familias: los Milei, los Caputo y los Menem. ¿A quien carajo se le pudo ocurrir que toda esta gente sabía como se gobierna un país?

El hecho de que los Kirchner hayan sido una catástrofe no garantizaba que estos nuevos muñecos fueran mucho mejores. Hoy está claro que no habrá salida política sin un acuerdo.

Este diagnóstico nos lleva a una pregunta clave: ¿Quienes están calificados para encarar este acuerdo? Respuesta obvia: los políticos profesionales y honestos que saben del tema.

Esta respuesta nos planeta una nueva dificultad: ¿como detectamos a quienes sirven para resolver un problema político? En esta página somos del team “mérito” razón por la cual habrá que tomarles un examen al conjunto de la dirigencia, especialmente a aquellos cuya capacidad y conocimiento están en duda.

Veamos un simple multiple choice de 5 preguntas alertando que si encontramos a uno copiándose vamos a tomar medidas. Ojo Máximo, Ritondo y Lemoine, solo por nombrar algunos de los que están en capilla.

Pregunta 1: ¿Qué fue el Pacto de la Moncloa?

a. Un acuerdo firmado en 1977 entre todos los sectores sociales y políticos españoles para estabilizar la economía y garantizar el nuevo orden institucional, luego de la muerte de Franco.

b. Un acuerdo de no agresión entre el Barça y el Real Madrid.

Los que contestan “a” siguen y a los que contestan “b” les damos una segunda y última chance.

Pregunta 2: ¿Quiénes fueron John Hume y David Trimble?

a. Los principales dirigentes que en 1998 promovieron los históricos acuerdos de Viernes Santo o Acuerdo de Belfast entre todos los sectores políticos británicos e irlandeses para resolver el conflicto de Irlanda del Norte.

b. Los perros de Churchill.

Los que contestan “a” siguen y los que contestan “b”, si son los mismos de antes, quedan descartados para cualquier negociación política.

Pregunta 3: ¿A qué se denomina la Unión Europea?

a. Un acuerdo de integración social, económica y política entre la mayoría de los países europeos, impulsada desde la década del 50 por los distintos partidos de centro derecha y centro izquierda.

b. Los tipos que organizan la Champions League.

Los que contestan “b” están definitivamente afuera.

Pregunta 4: ¿Qué significado tiene última la foto juntos de Lacalle, Sanguinetti y Mujica?

a. La convivencia democrática de Uruguay y su solidez institucional.

b. La delantera de Peñarol que ganó la Copa Libertadores en 1966.

Los que contestan “b” quedan inhabilitados de por vida para ejercer cargos públicos.

Pregunta 5: ¿Que sentido tuvo el acuerdo entre el socialdemócrata Fernando Henrique Cardozo y Lula da Silva?

a. Un intento para calmar la angustia que generaba en amplios sectores de la sociedad brasileña una posible reelección de Jair Bolsonaro.

b. Un intento para calmar la angustia que generaba en amplios sectores de la sociedad brasileña el 7 a 1 que les hizo Alemania en la semifinal del mundial Brasil 2014

El que contestó “b” se merece 20 años en San José 1111.

Este simple cuestionario sirve para descartar burros y quedarnos con aquellos que son capaces de saltar el cerco y buscar un acuerdo.

Lamentablemente quedaría excluida Cristina Kirchner. Entre la cantidad de causas que todavía le quedan y la tobillera es evidente que no está para llevarla a ninguna reunión.

Distinto es el caso del gobernador Kicillof al que no se lo puede dejar afuera. El tipo será un burro que, como ministro de economía nos costó una fortuna pero, guste o no, representa a una buena parte del electorado.

Por mucho que nuestros dirigentes y sus fanáticos seguidores se nieguen, no queda más remedio que obligarlos a sentarse alrededor de una mesa y buscar algún consenso. Con la guita de Trump no va a alcanzar.

Sin embargo, sospecho que no lo piensan hacer.

En fin, uno trata de ayudar pero a veces estos ñatos te la hacen muy difícil.

Es toda gente que se niega al éxito.

Para Clarín, Alejandro Borensztein

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