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OPINIÓN: Feliz domingo para todos

Antes que nada, definamos la prioridad del día: mantener la tranquilidad para que todos tengamos un domingo feliz y no nos dejemos llevar por la histeria de nuestros dirigentes, tanto los cracks que nos gobiernan en el presente como los genios que lo hicieron en el pasado.

Hoy simplemente habrá una competencia en la Provincia de Buenos Aires para elegir una marabunta de consejeros escolares, un enjambre de concejales municipales y una manada de diputados y senadores provinciales. Poca cosa. Como mucho, un partido de reserva.

En todo caso, el partido de primera se jugará en octubre cuando elijamos diputados y senadores nacionales. Al decir “partido de primera” estamos haciendo la vista gorda porque si ponemos la lupa en los candidatos nos vamos a dar cuenta de que, en muchos casos, son la misma rascada de siempre.

El hecho de que nuestros dirigentes transformen eventos políticos menores, como el de hoy, en verdaderas guerras mundiales no es nuestro problema. No hay que dejarse psicopatear. En esta jornada dominguera es mucho más importante el punto del vacío o el aroma del tuco que una banca más o una banca menos en el Concejo Deliberante, por ejemplo, de Lomas de Zamora. Como mucho significará un día más o un día menos de alquiler del yate Bandido en Marbella. Ya aprendimos.

Eso no quiere decir que no haya que ir a votar, de ninguna manera. Al contrario, hay que ir a votar, con responsabilidad pero también con la serenidad de saber que después volvés a tu casa con la familia y los chicos mientras los principales dirigentes se quedarán insultando como barrabravas a los que la civilización les aplicó el derecho de admisión.

Lo bueno de las elecciones de hoy es que solo tienen que ir a votar los bonaerenses. Nadie dice que los argentinos que viven en la Provincia de Buenos Aires no sean muchos, pero no son todos. Hoy zafamos los porteños, los mendocinos, los cordobeses, los entrerrianos, los chubutenses y tantos más. También zafan aquellos bonaerenses que no piensan ir a votar y que, a juzgar por cómo viene la mano últimamente, van a ser un montón.

O sea, habrá muchos que irán convencidos a elegir sus representantes locales. Pero también serán muchos los que no piensan bancarse el disgusto de ir a votar por La Libertad Avanza para que no gane el kirchnerismo o, por el contrario, hacerlo por el kirchnerismo para que Milei reviente. También hay otras opciones más republicanas, más civilizadas y menos belicosas pero no es lo que está de moda.

El resultado de hoy está cantado. Por lejos, va a ganar la suma de los que no piensan asistir al comicio más el voto en blanco. Segundo saldrá el rejunte que armó LLA o el pastiche que mezcló y revolvió el peronismo-kirchnerismo-massismo-graboisismo. Dependerá de lo que la sociedad bonaerense considere menos detestable. Vienen parejos.

Sobre todo esto, vale la pena detenernos en un par de cuestiones.

En primer lugar, es admirable ver al peronismo recurriendo a los mismos genios de siempre. Veinte años peleándose entre ellos por el poder para terminar consiguiendo un único logro digno del Guinness: empeorarlo todo. Educación, salud, seguridad, jubilaciones, energía, infraestructura. No hay rubro que no hayan arruinado. Talento puro.

Por su parte los de LLA tienen otros problemas. No se les pueden achacar las calles de tierra o la inseguridad porque solo llevan dos años en el gobierno, pero todo indica que la pasión por confrontar y sus luchas internas le depararán el mismo resultado que a sus adversarios.

Se ve que Javi tiene algún problemita con la sociabilidad porque los amigos no le duran nada. Ni siquiera los que más lo ayudan. O especialmente los que más lo ayudan. Es un tema que da para que lo charle en terapia. No es difícil de resolver, le va a llevar un tiempito. A los efectos políticos, hoy le está complicando la existencia.

De hecho, además de venir perdiendo por goleada en el recinto, esta semana el Senado le votó la modificación en el tema de los DNU lo cual le puede provocar un dolor de cabeza, más allá del resultado electoral de hoy o el de octubre. Veamos.

Hasta ahora los DNU (Decretos de Necesidad y Urgencia) necesitaban del rechazo en ambas cámara para ser derogados. Alcanzaba con que una sola de las cámaras lo aprobara para que el DNU quedara firme. Un disparate porque cualquier ley requiere la aprobación de diputados y senadores.

Esto se inventó para facilitar que un presidente pueda gobernar por decreto. ¿Quién lo hizo? Acertó: el kirchnerismo. Este mamarracho fue propuesto e impulsado por la entonces senadora Cristina Kirchner para que su marido hiciera lo que se le cantara.

Obviamente, antes estaba bien porque beneficiaba al gobierno kirchnerista y ahora está mal porque beneficia al gobierno de Milei. Nada nuevo bajo el sol. Lo mismo hicieron con YPF: los truchos que promovieron su privatización, años después la estatizaron.

Lo bueno de la ley que cambia las reglas de los DNU es que, al menos, nos salió gratis. En cambio el temita de YPF nos está costando un ojo de la cara. Ya estamos 26.000 palos verdes abajo, si computamos los 10.000 que le pagamos a Repsol (entre bonos e intereses) y los 16.000 que sentenció Preska porque Kicillof no es precisamente lo que llamamos “un muchacho iluminado”.

Si esta modificación de los DNU se aprueba también en Diputados, cosa que es posible, el Javo va a tener que meterse todos los DNU que firmó en el upite. O en todo caso repartírselos con los upites de Caputo y Sturzenegger.

Todo esto pone nerviosos a los inversores. Cuando hablamos de inversores nos referimos a gente de acá o de afuera que tiene guita y obviamente quiere hacer más guita. La semana pasada contamos que los bancos argentinos están ofreciendo al menos el 0,11 % diario en sus fondos de inversión en pesos. Esa semana bajó a 0,10%.

O sea que si vendés 100 palos verdes y lo pones en pesos, pasaste de ganar 110.000 dólares por día a ganar solo 100.000. Preocupante.

Si esta noche Milei pierde, ya sea por poco o por mucho, dirán que ganaron porque en cualquier caso van a terminar con más legisladores de los que hoy tienen.

Si gana se abren dos escenarios posibles. Si la diferencia es grande va a salir desaforado a insultar mandriles como pocas veces hemos visto. Sería divertido. En cambio si el triunfo no es contundente, el famoso último clavo en el cajón de los kukas se lo va a tener que meter en el mismo lugar donde se van a meter los DNU. Ya se verá cómo los acomodan porque entre clavos y DNU van a necesitar muchos culos.

En el otro bunker, si el kirchnerismo gana por mucho, preparate. Y si ganan por poco dirán que ganaron por mucho. Como siempre.

En cualquier caso, amigo lector, usted vaya a votar, aunque sea en blanco y después a pasarla en familia. Lejos de la toxicidad de Milei, Cristina, Kicillof, Massa, Karina, Caputo y tantos más.

Y sobre todo de esa bestia peluda llamada Gordo Dan que agravió al Senador Juez, a su esposa y a su hijita discapacitada. Un animal que la política argentina no se merece.

De todo eso, lo más lejos posible.

Para Clarín, Alejandro Borensztein

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