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OPINIÓN: Dale Scott Bessent, comprá campeón!

El Tesoro de los EE.UU está comprando pesos con dólares porque según Bessent “el peso está barato”. Genial el ministro Caputo cómo les enroscó la serpiente.

Antes que nada, felicitamos al presidente Milei por el inolvidable recital que ofreció en el Movistar Arena. Asombra la sensibilidad que tiene el presidente para interpretar exactamente lo que la sociedad argentina espera de él.

De hecho, el show de Javi provocó que miles de argentinos sintieran que había llegado el momento de salir a comprar todos los dólares posibles antes de que fuera demasiado tarde. Y ahí otra vez Milei, percibiendo perfectamente el ánimo de la sociedad, salió a buscar y consiguió ni más ni menos que el respaldo del Tesoro de los EE.UU para proveer de dólares a todos. Que nadie se quede sin sus verdes.

En otras palabras, el Presidente de la República Argentina dio un concierto de rock mientras millones de ciudadanos miraban incrédulos y decidían comprar dólares antes de que todo se vaya al demonio ante lo cual el gobierno se los consiguió de manera ilimitada. Todo normal.

¿Alcanzarán estos 20.000 palos verdes que nos tiraron Trump y Scott Bessent? Recordemos que en abril festejamos con bombos y platillos que el FMI nos había prestado otros 20.000 millones con los cuales se suponía que ya estaba todo resuelto. Cinco meses después fuimos a la Casa Blanca de rodillas y haciendo puchero para que nos vuelvan a salvar. La cuenta daría que, con estos nuevos dólares, podríamos tirar otros cinco meses más, digamos hasta marzo. Un montón. Para la Argentina, marzo es el largo plazo.

La síntesis de toda esta situación es el gran chiste de Juan Verdaguer: “tengo guita para vivir hasta el día que me muera… siempre y cuando me muera el jueves”.

Si bien todavía falta mucho para que llegue marzo, el ministro Caputo ya debería ir pensando a quién le va a ir a contar, dentro de cinco meses, que “esta vez es diferente”.

La maniobra financiera que armaron en Washington para poder resolver este especie de swap o respaldo o préstamo o lo que fuese, es que el gobierno de EEUU compra pesos argentinos y los paga con dólares. La justificación de Scott Bessent fue: “estamos comprando pesos porque están muy baratos”. Genial.

Hay que reconocer que Caputo es un fenómeno enroscando serpientes. No quiero ni pensar la de fondos basura con hipotecas impagables que habrá vendido cuando era oficial de cuentas.

Volviendo al punto, en realidad la cosa es al revés: hace años que en la Argentina el peso no estaba tan caro y el dólar tan barato. Para entender mejor el fenómeno, hace un par de años una parrilla media te cobraba por un ojo de bife entre 5 y 8 dólares. Ahora no baja de 25. O sea, a Bessent le están vendiendo un buzón. Pongámonos todos de acuerdo en no decirle nada y sigamos vendiéndole pesos.

Es más, si todavía hay algún bostero que conserve aquellos Bonos Patrimoniales que emitió Boca Juniors durante la época de Alberto J. Armando en 1969 para hacer el nuevo estadio en la Ciudad Deportiva, Bessent es el candidato ideal para enchufárselos. Le decimos que es el nuevo proyecto de Riquelme y el tipo va a entrar como un caballo.

Todo raro. Los americanos, que nos conocen poco, compran pesos y nosotros, que nos conocemos de memoria, compramos dólares. Evidentemente, acá alguien va a perder mucha guita.

En este caso la síntesis es el viejo chiste de Gila: alguien ha matado a alguien”.

Mientras tanto, el gobierno festeja. No es para menos. Javi nos enseñó que financiar al Estado con emisión o con deuda es criminal. Vamos bien, al menos el 50% de las promesas se cumplen.

El peronismo también festeja. Scott Bessent declaró que hay que darle a la Argentina todo el respaldo necesario para evitar que vuelva el peronismo (literal). Gran noticia para Cristina y su gente: cada vez que EE.UU nos ayuda para que no vuelvan los peronistas, vuelven.

Ya pasó en el 55, en el 73, en los 90, en el 2000 y en el 2019. Si nuestros políticos no peronistas supieran algo de historia estarían un poco más preocupados.

Sin embargo, los no peronistas tienen la suerte de que los políticos peronistas tampoco entienden nada. Justo cuando el viento empezaba a soplarles un poco a favor y en el mismo momento en que le otorgaban el Premio Nobel a Corina Machado, salió Jorge Taiana, cabeza de lista de diputados por Buenos Aires, y se largó a hablar de Venezuela.

Negó que allí hubiera una dictadura. Dijo textualmente: “en Venezuela la democracia tiene una serie de fallas”. ¿Qué significa una democracia con fallas? Muy simple, si al gobierno de Maduro no le gusta el resultado de las elecciones, lo cambia y listo. Y si sos uno de esos venezolanos al que no le gusta el nuevo resultado te llevan a un Spa que hay en un lugar llamado El Helicoide en Caracas donde te enseñan como es la democracia venezolana. No se como hacen pero los que salen de ahí no se olvidan más de lo lindo que es la democracia venezolana.

En el mismo momento en que Taiana justificaba al régimen chavista, Cristina publicaba una foto con Silvio Rodríguez, el músico cubano y defensor del régimen castrista, que había ido a visitarla. Cristina twiteó en clara referencia al recital de Milei: “mañana (Silvio Rodríguez) va a realizar un acto de desagravio a la música, al buen gusto y a los oídos de millones de argentinos”.

Seamos sinceros: todos sabemos que Javi canta como el orto, pero es preferible escuchar su música a tener que lanzarse a un mar lleno de tiburones en una balsa pedorra para escapar de una dictadura.

Cuesta entender la fascinación que tienen los kirchneristas por los regímenes autoritarios. Se ve que cuanto más militares y más sangrientos, más les gusta porque no paran de reivindicar a Cuba, Venezuela, Irán o China. Son gente muy rara. Les gustan los países donde hay persecuciones, mano dura y represión pero después se quejan de Patricia Bullrich.

De todos modos, si yo fuera peronista no me calentaría demasiado. A veces pareciera que el gobierno está haciendo todo lo posible para que vuelvan.

Ahora se enredaron con el tema de Espert y las boletas. Se complican solos. Quieren reimprimirlas para que Espert y su amigo Machado desaparezcan de las boletas y además quisieron bajar a Karen Reichardt porque no les gustaba como primera diputada. Es curioso porque como segunda les encantaba. Esta gente también es rara. Hicieron un escándalo y al final lograron que Diego Santilli encabece la lista, como si Santilli fuera John Fitzgerald Kennedy. Yo que ellos la hubiera dejado de primera a Karen Reichardt. Tendrá menos chamuyo pero tambien es menos sospechosa.

El panorama político no ofrece mucho más que esto. Están los radicales pero no se sabe bien que piensan. Habría que consultar con un paleontólogo.

Y después está lleno de ñoños republicanos a los que no les dan demasiada bola porque miden poco y dicen cosas que las audiencias no quieren escuchar. ¿Darán el batacazo en esta elección? Veremos.

Faltan solo 15 días para una elección menor que el gobierno ha transformado en una elección de vida o muerte. Clásico error de novatos.

Mientras tanto aprovechemos que Scott Bessent mordió el anzuelo y le estamos haciendo la gran Cositorto con los pesos.

Nunca tan oportuno el dicho popular: “algún c… va a sangrar”.

Para Clarín, Alejandro Borensztein

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