Mensaje de la Conferencia Episcopal Argentina: “Si el Estado se corre, entra el narcotráfico”

En la Jornada Mundial de la ONU contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de drogas, la Conferencia Episcopal Argentina emitió un documento en el que advierte sobre las consecuencias de que los estados (nacional, provinciales y municipales), se corran del control y la lucha contra contra en narcotráfico.

«La Iglesia en la Argentina reafirma su compromiso en la lucha contra el flagelo del
narcotráfico y el consumo de drogas, una herida profunda en el corazón de tantos jóvenes, muchos de ellos en situaciones de extrema pobreza», comunicaron los prelados que conduce el el arzobispo de Mendoza, Monseñor Marcelo Colombo, presidente de la Conferencia Episcopal.
En el mensaje que titularon «Si el Estado se corre, entra el narcotráfico», describen que «la droga mata por dentro, apaga la esperanza y corta proyectos de tantos chicos y chicas que quedan atrapados en el circuito del consumo. Esta realidad nos duele y nos interpela: ¡No podemos naturalizarla!», advierten.
También insisten en que la Iglesia es la que se ocupa de esa responsabilidad: «En los barrios más vulnerables la Iglesia está presente. Desde hace años, comunidades eclesiales de todo el país (parroquias, capillas, Hogares de Cristo, Centros Barriales, Cáritas, Fazendas de la Esperanza y otras obras donde se comparte el trabajo con organizaciones de la sociedad civil), acompañan de manera silenciosa, cercana y constante a quienes han caído en la adicción y buscan una salida. Con un compromiso nacido de su fe en Jesucristo, lo hacen con la certeza de que nadie está perdido para siempre».

Hacen patente la preocupación y dolor por «la retirada del Estado de esos ámbitos» lo que 
«abre paso al avance del narcotráfico, que ocupa ese lugar vacío y se convierte en una suerte de ´Estado paralelo´, donde los narcos ofrecen a los jóvenes una vida corta pero
aparentemente mejor, y esto a cambio de su dignidad, su libertad y, muchas veces, su vida».
«La prevención y la educación son pilares irremplazables en esta lucha, concretados
en espacios de contención, escucha y formación. Por eso es urgente y necesario que las
autoridades nacionales, provinciales y municipales, reconozcan y sostengan el trabajo que ya se realiza en el territorio, aportando los recursos necesarios para potenciarlo y ampliarlo», advierten.

«Sin una presencia constante del Estado y el compromiso de toda la sociedad en la
formación de nuestros niños, niñas y adolescentes, estaremos siempre corriendo detrás
del problema», manifiestan.

«No se puede seguir esperando que quienes acompañan a los jóvenes más rotos lo
hagan sin recursos. La entrega gratuita de tantos voluntarios es muy valiosa, pero debe ser complementada con equipos que puedan dedicarse a tiempo completo, y eso requiere
financiamiento», sentencian.

Llaman al Gobierno a reflexionar: «Desfinanciar estas obras, demorar la ayuda o relegarlas a la buena voluntad de voluntarios agotados, es una forma indirecta de condenar a muchos a la muerte».

Y reafirman que «es fundamental cuidar y fortalecer estas comunidades que salvan
vidas todos los días. Sin el compromiso económico del Estado, esta ardua tarea no se sostiene. Y si esta tarea cae, no habrá quien reciba a los que tocan fondo buscando una segunda oportunidad. A quienes tienen responsabilidades de gobierno, les pedimos:
¡Escuchen el clamor de los que luchan por salir del consumo! ¡Vean el dolor de familias y
comunidades que están destrozadas por este flagelo!».

El máximo órgano de la Iglesia Católica en Argentina reiteró la «gratitud a todos los que trabajan cada día, con fe y esperanza, por rescatar a hermanos y hermanas del consumo de drogas. No están solos. En sus gestos cotidianos de amor y servicio se encarna el Evangelio. Y especialmente, queremos decirles a quienes están atravesados por este drama de la drogadependencia, que como Iglesia no nos resignamos a perderlos. Porque creemos en Cristo, confiamos en la fuerza transformadora del amor, del encuentro y de la
comunidad. No se desanimen. Pidan ayuda. No dejen de llamar a la puerta de todos
cuantos queremos ayudarlos».

La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina está presidida por Marcelo D. Colombo, arzobispo de Mendoza; Ángel S. Card. Rossi, arzobispo de Córdoba es el vicepresidente 1º; Cesar Daniel Fernández, obispo de Jujuy, es el vicepresidente 2º, y Secretario General, Raúl Pizarro, obispo auxiliar de San Isidro. 

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