Plazos fijos UVA: el Banco Central llevó el tiempo mínimo de 3 a 6 meses y establece topes

Post devaluación, en medio de una aceleración inflacionaria que va a llevar al IPC de diciembre a cerrar en torno al 30% y luego de la baja de tasas que encaró el nuevo directorio del Banco Central, los plazos fijo UVA se convirtieron en «el último refugio» para los ahorristas.

 Ahora, el Banco Central introdujo dos cambios para desalentar su uso: permitirá que los bancos pongan «topes» a los montos que se pueden colocar por cliente y elevará el tiempo mínimo de la colocación a seis meses.

El stock se disparó este mes: según cálculos del economista Amilcar Collante, a partir de los datos que publica el BCRA, pasó de $240.111 millones a fines de noviembre a los $423,372 el jueves pasado. Con todo, representan poco menos del 3% del stock de plazos fijos tradicionales.

Mediante la comunicación A7929, el Banco Central dispuso un nuevo plazo mínimo para estas colocaciones indexadas: desde mañana quien quiera hacer un plazo fijo UVA en una entidad financiera deberá mantener esa posicion por 180 días. El Central mantuvo la opción de «precancelación» a los 30 días, pero con tasas que ya bajaron más de 80 puntos porcentuales este mes y quedaron muy por debajo de las de los plazos fijos tradicionales.

Al mismo tiempo, el organismo autorizó a los bancos a poner limites a estas colocaicones: «Las entidades deberán ofrecer la captación de estas imposiciones por hasta $ 5 millones por cliente, pudiendo aceptarlas por importes superiores», establece la norma.

Aunque son los más demandados, son también los más dificiles de encontrar: los clientes de distintos bancos,tanto públicos como privados, se quejan de trabas, topes y hasta mensajes de error cuando quieren constituir una nueva colocación.

Por definición desde su creación en 2016, los «plazos fijos UVA» tenían una duración mínima de 90 días y permiten capitalizar la inflación acumulada en ese período. Al principio, los bancos pagaban una tasas adicional a la evolución de la UVA, pero con la disparada de los precios de los últimos cuatro años, ese premio adicional se diluyó hasta el 1% anual por encima de la indexación acumulada en ese período.

Dado que el tiempo en el que se queda congelado el dinero, mientras está colocado en el banco, solía resultar «largo» en momentos de incertidumbre cambiaria y para seguir fomentando este tipo de colocaciones, en 2020 el Banco Central de Miguel Pesce presentó los «plazos fijos UVA» con opción precancelable. En este caso, el ahorrista puede elegir liquidar su colocación a los 30 días y la tasa que se paga es menor a la del plazo fijo tradicional.

Hasta este jueves, los bancos estaban obligados a ofrecer este tipo de colocaciones a «las personas humanas» sin ningún tipo de límite de montos.

Desde hace meses, las entidades, al no tener un «activo» para colocar esos pesos -ya que el stock de los créditos UVA se evaporó prácticamente después de 2019-, comenzaron a desalentar su uso. No sólo dejaron de promocionarlos, sino también que decidieron «esconder» o «apagar» la funcionalidad que le permite a los clientes del banco constituir un plazo fijo UVA en los canales digitales, ya sea en las apps bancarias como en las plataformas de homebanking.

Uno de los primeros pedidos del sector bancario a Santiago Bausili una vez que arribó a la presidencia del Banco Central fue que se limitase la colocación de este tipo de productos. Las entidades advierten que por la disparada inflacionaria, el riesgo de «descalce» es muy alto.

El primer cambio que autorizó Bausili fue dejar de imponer una tasa nominal anual «de piso» para las opciones precancelables y los bancos respondieron con un fuerte ajuste: las tasas de precancelación pasaron de promediar el 122% anual al 50% anual en sólo 10 días.

En paralelo, crecen las quejas de los clientes bancarios que se encuentran con barreras y dificultades a la hora de hacer un plazo fijo. Susana, una jubilada de 70 años, le contó a este diario que su banco sólo le dejó consitutuir un plazo fijo UVA por un monto menor a $500.000. Oscar, cliente de otro banco, se encontró con que no podía tener colocaciones mayores a $1 millón.

Clarín

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