OPINIÓN: Campeonato Nacional de Mandriles
Una sana competencia para que las familias argentinas aprovechen y disfruten del talento y la elegancia del presidente Milei.
Por un lado, está estabilizando la economía, bajando la inflación y desarmando algunos curros como el de Tierra del Fuego. Por el otro, el tipo es una bestia mal educada sin parangón en la historia de Occidente.
Andará bien con el déficit fiscal pero como Jefe de Estado tiene actitudes inaceptables y algunas ideas que no se escuchaban desde el Medioevo. Duele decirlo, pero a veces da vergüenza ajena.
“Todavía no odiamos lo suficiente al periodismo” es la consigna con la cual Javi lanzó su ofensiva de insultos contra periodistas y economistas en un vano intento por amedrentarlos. Son tantos los agredidos que al final está logrando que les chupe un huevo a todos.
Obviamente, no se pueden igualar los casos y poner a todos en la misma bolsa. No es lo mismo un Carlos Pagni que fue tratado por Milei de imbécil, ensobrado y mandril infinidad de veces (y demandado penalmente por algo que ni siquiera hizo), que un Andy Kusnetzoff o un Matías Martin a quienes solo les dedicó apenas uno o dos insultitos. Nada.
No podemos comparar a un Carlos Melconian, a quien Milei lo tiene alquilado y lo putea sistemáticamente cada vez que puede, con un Cachanosky al que hizo retirar de un evento empresarial bajo amenaza de no salir a dar su discurso, pero fue solo una vez. No es para tanto.
Párrafo aparte para los organizadores de ese evento que se dejaron apretar: años agachando la cabeza ante Moreno y no aprendieron nada.
Por todo esto, hoy lanzamos oficialmente el primer Campeonato Nacional de Mandriles. Una sana y apasionante competencia para que las familias aprovechen y se entretengan con el talento y la elegancia del presidente.
Además de coronar un campeón, los diez primeros clasificarán para la Copa Libertadores de Mandriles donde competirán contra periodistas atacados en otros países de Latinoamérica y de la CONCACAF como Nicaragua, Cuba y, ahora que volvió Trump, también EE.UU. Una verdadera fiesta del deporte.
¿Cómo se otorgan los puntajes? Fácil. Si el presidente Milei dice que un periodista o un economista es un mandril o un ensobrado, el agredido sumará 2 puntos. Si le dice “imbécil”, “hdp” o “la tenés adentro” suma 4 puntos. Si Milei le inventa un apodo como hizo con Lali Espósito (Lali Depósito) o Marina Dal Poggetto (Dal Pifieto) suma 8 puntos, así valoramos que Milei, en lugar de hacer el trabajo por el que los contribuyentes le estamos pagando, se pasa el día pensando apodos.
Finalmente, si hay demanda penal el periodista demandado sumará 10 puntos. Cualquiera de estos agravios dichos en un acto público con todos los guanacos gritando ¡hdp… hdp…hdp! vale doble.
Aclaremos que un insulto del presidente se computa al 100% pero un retuit presidencial se computa al 50%. Por ejemplo, si Milei dice “Sehinkman sos un ensobrado hdp” Diego gana 4 puntos, pero si el que insulta es uno de las Fuerzas del Cielo y después lo retuitea el presidente, ahí Sehinkman solo sumaría 2 puntos.
El reglamento está bien pensado. No puede valer lo mismo un “vos mandril, la tenés adentro” dicho por el Excelentísimo Señor Presidente de la Nación que si lo dice un troll, un streamer o cualquier otro pelotudo.
Veamos ahora cómo está la tabla de posiciones después de un año y medio de campeonato.
Estos son los primeros 20. Completan la tabla de insultados, con menos menciones pero siempre a un par de puteadas de prenderse en la lucha por el campeonato, los siguientes mandriles (fuente FOPEA): Diego Sehinkman, Claudio Savoia, Alfredo Leuco, Romina Manguel, Marina Dal Poggetto, Jairo Straccia, Roberto Navarro, Ari Lijalad, Baby Echecopar, Florencia Donovan, Roberto Cachanosky, Paulino Rodríguez, Miguel Angel Broda, Paulo Vilouta, Luisa Corradini, Paula Moreno, Sofía Diamante, Diego Brancatelli, Jorge Rial, Martín Rodríguez Yebra, Andy Kusnetzoff, Matías Martin, Sofía Martínez, Jorge “Petete” Martínez, Luciana Geuna, Maru Duffard, Jésica Bossi, Mónica Gutiérrez, Fabián Waldman, Nacho Girón, Cecilia Boufflet, Juan González, Mariano Gorodisch, Diego Iglesias, Ignacio Ortelli, Ramón Indart y todo el New York Times.
Hoy la pelea por la punta es entre Pagni, Bonelli y Melconian pero hay que estar atentos porque en cualquier momento otro liga una racha de agravios y escala rápidamente.
Es lo que pasó con Viviana Canosa. Ella estaba en el pelotón de los de abajo hasta que el viernes anterior fue demandada penalmente por el presidente y tres días después, el lunes, Milei le dedicó largos minutos a degradarla e insultarla en una nota que le dio a Telefé. En solo 72 horas Viviana sumó un montón de puntos y logró meterse en el top ten. En este momento estaría clasificando para la Libertadores.
Aclaración: cuando en la tabla de posiciones aparece “todo Clarín” significa que ligamos todos, desde Héctor Magnetto, allá arriba, hasta este humilde servidor, acá abajo.
Párrafo aparte para el caso de Ricardo Roa, quien aún no ha sido insultado. Es un problema para Clarín porque, siendo uno de los periodistas más importantes, todavía no le dijeron ni “mandril” ni “llorapauta” ni “envaselinado” ni nada. Es el único que no ligó. Desde acá le pedimos respetuosamente al presidente Milei que por favor lo mande a Roa a la puta madre que lo parió, aunque sea una vez. Tenemos miedo que se nos deprima.
Esperemos que estas expresiones de barbarie y mala educación sean solo de cabotaje. No vaya a ser cosa que a Milei se le ocurra eructar delante de Macron o de Georgia Meloni y nos echen del G20.
O peor: que se saque los zapatos debajo de la mesa frente a Xi Jinping, se nos desmaye el premier chino por el tufo y después nos cancelen el swap. Por favor, mantengamos esto fronteras adentro.
Mientras tanto disfrutemos. Quedan muchas puteadas por jugarse.
El campeonato está que arde.
Para Clarín, Alejandro Boenstein