El Gobierno recibió a la CGT: reunión de 3 horas para iniciar la discusión de una reforma laboral

En los próximos días el Gobierno enviará al Congreso la reforma laboral, en ese contexto recibió esta tarde en la Casa Rosada y durante tres horas a los principales dirigentes de la CGT, con Hugo Moyano a la cabeza, para tratar de acordar sobre los puntos que incluirá el proyecto.

La reunión fue presidida y conducida por el ministro del Interior, Guillermo Francos; lo acompañaron sorpresivamente el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, el secretario de Interior, Lisandro Catalán, y el flamante secretario de Trabajo, Julio Cordero, quienes invitaron a los sindicalistas para tratar de acordar los artículos más conflictivos, antes de que el asunto comience a ser debatido en la Cámara de Diputados.

Además del camionero, participaron del encuentro los secretarios generales de la central obrera, Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio), y las autoridades de los gremios de la construcción, Gerardo Martínez; de la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), Andrés Rodríguez; de los Seguros, Jorge Sola, y de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri.

Los funcionarios reiteraron a los gremialistas su convencimiento de que en los próximos 90 días bajará muy fuertemente la inflación.

“Junto al jefe de gabinete y el secretario de Trabajo mantuvimos un encuentro con los secretarios generales de la CGT y dirigentes de múltiples entidades gremiales. En línea con las reuniones mantenidas con legisladores, gobernadores y dirigentes, seguimos dialogando con todos los sectores y trabajando para la construcción de consensos que nos permitan llevar adelante las reformas que necesita la Argentina”, señaló Francos luego del cónclave.

Si bien “no fue el tema principal de la reunión”, la CGT le recordó al Gobierno que este jueves tendrá la reunión plenaria para definir un posible paro general, por lo que estaban interesados en conocer en profundidad las iniciativas del oficialismo antes de tomar una decisión.

En este sentido, las autoridades nacionales ratificaron que la reforma laboral la está elaborando la Unión Cívica Radical (UCR) y que podría incluirse a la Ley Bases en el plenario de comisión de Diputados, a lo que la central obrera advirtió que en el Senado ya existe un proyecto de ese partido con el cual no están de acuerdo.

El Gobierno aceptaría bajar dos artículos de la reforma laboral objetados por el sindicalismo en busca de lograr un mayor consenso político para acelerar su aprobación parlamentaria: la limitación de las cuotas solidarias y la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo.

El primero de estos puntos es el recurso más eficaz para el financiamiento de los sindicatos a través de los descuentos compulsivos de una suma pactada en los convenios colectivos de trabajo, que el Poder Ejecutivo propuso que debían contar con el “consentimiento explícito” del trabajador para ser descontada.

La segunda cuestión tiene que ver con el principio que obliga a mantener la vigencia de los convenios colectivos hasta no negociar uno nuevo, algo que los gremios defienden a rajatabla como una forma de “preservar los derechos de los trabajadores” y evitar una “negociación a la baja”.

Importantes dirigentes del radicalismo señalaron que fue el partido centenario el que le propuso a Francos incluir este proyecto en la discusión parlamentaria, ya que se trata de una iniciativa que es reclamada por los votantes de los dos espacios.

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