Derrota del kirchnerismo: Villarruel consiguió designar autoridades del Senado y retener las comisiones

En una fuerte jugada la vicepresidenta Victoria Villarruel sumó un contundente primer triunfo legislativo: acordó con todos los bloques de la oposición para doblegar al kirchnerismo -que tiene la bancada más numerosa- y consiguió el quórum y los votos necesarios para imponer a las autoridades del Senado y retener el control de las comisiones.

Desde el peronismo denunciaron que la sesión era «ilegal, ilegítima e inconstitucional» y los acusaron de querer «revivir el Grupo A» -la experiencia parlamentaria de 2009 en la que toda la oposición se unió en Diputados para quitarle al kirchnerismo el control de las comisiones- pero con nuevo nombre: «grupo motosierra».

A pesar de que los libertarios habían llegado a anunciar formalmente al formoseño Francisco Paoltroni como el elegido de Javier Milei para la presidencia provisional, después de fuertes internas libertarias, terminaron designando al puntano Bartolomé Abdala.

Se trata de un hombre con pasado político: fue funcionario de los hermanos Rodríguez Saá y luego fundador del PRO de Mauricio Macri en San Luis.

Paoltroni claramente no quedó conforme. Dijo que para él era un «triste comienzo», habló de autoritarismo y cerró su discurso con una oración que sonó a amenaza: «No somos manada y el que las hace las paga».

Para el armado de comisiones designaron en Villarruel las facultades, pero fijaron el criterio: no por bloques, sino por la lógica de una mayoría y una minoría.

El hito es que los libertarios, que son 7 dentro de los 72 senadores, desde ese lugar de debilidad tejieron alianzas para aunar fuerzas con el PRO (7), los radicales (13), y el archipiélago de bloques federales y provinciales, que suman otros 12. En total sumaron una mayoría de 39, y le ganaron todas las discusiones al Frente de Todos que es el interbloque más grande, con 33 miembros.

Así, por ejemplo, las comisiones de 19 miembros tendrán 11 de los libertarios y «aliados circunstanciales» y 8 del FdT. Si quedaban en manos del peronismo, los liberales corrían riesgo de que queden paralizadas y ningún proyecto llega al Senado si no pasa por comisión.

Terminada la sesión, Villarruel celebró la hazaña: «El kirchnerismo trató por todas maneras de dinamitar los primeros días de Javier Milei y nosotros le pusimos freno con un espacio donde se integran todos aquellos que quieren defender la Constitución y no quieren imponer por la fuerza sus decisiones como han hecho a lo largo de los últimos años. Hasta acá llegaron señores«.

El peronismo bajó al recinto una vez que arrancó la sesión y su presidente, José Mayans, planteó que la misma era «ilegal», por lo que se iban a abstener de votar.

Toda la bancada insistió en ese tema: señalaron que al haber terminado el período de sesiones ordinarias y que todavía el presidente no convocó a extraordinarias, no se puede sesionar.

El formoseño aprovechó, además, para criticar a Milei por haber montado «un show» en la calle el día de la asunción y por las medidas económicas anunciadas. «El pueblo argentino votó dolarización y tuvo devaluación».

El senador criticó el anuncio de Luis Caputo y la sesión «ilegítima e inconstitucional» presidida por Victoria Villarruel.

Di Tullio, por su parte, los acusó de querer «revivir el grupo A» y los llamó «grupo motosierra». Incluso denunció que negociaron «cargos, despachos y plata para conseguir quórum».

La senadora apuntó contra el nuevo oficialismo, que consiguió el quórum para tratar las autoridades en la Cámara alta.

Los legisladores aclararon en cada alocución que esta «mayoría circunstancial» no garantiza unidad futura en el voto de proyectos, sino que es para el armado de la organización del Senado.

«Nos une el cansancio de haber tolerado 20 años de prepotencia en esta cámara«, resumió el salteño Juan Carlos Romero.

El debut de Villarruel, sólida

En su debut como presidenta del Senado, Villarruel dio una primera demostración de fuerza y se la vio disfrutar de la silla de poder. Estuvo sonriente, prestó atención a los discursos, asintió con la cabeza algunos pasajes y se notó que había estudiado el reglamento. No dudó en ningún momento de cómo se debía proceder en cada parte y ordenó el debate con firmeza cuando se puso álgido. A pesar de que no le gusta que le digan «presidenta», no corrigió a los que sí lo hicieron.

Los otros cargos que se eligieron

La vicepresidencia del Senado que es para el peronismo, quedó vacante hasta la preparatoria de febrero.La radical Carolina Losada fue elegida vicepresidenta primera y como vicepresidenta segunda quedó la senadora por Córdoba Alejandra Vigo, esposa del ex gobernador cordobés, Juan Schiaretti.

A su vez, como secretaria administrativa, Villarruel propuso y logró imponer a María Laura Izzo, una empleada del ministerio de Seguridad. Como secretario Parlamentario a Agustín Giustinian, un empleado de la cámara que trabajó en el bloque PRO, y quien ya se mostró cerca de Villarruel el día de la jura de legisladores.

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