Crece la morosidad de usuarios de tarjetas de crédito, muchos no pagan ni el mínimo
Según la consultora LCG, el gasto con tarjeta «comenzó a tener un gran peso al compararlo con un salario que no termina de despegar».
El «aumento de la morosidad» sobre el cual empezaron a alertar desde el último trimestre del año pasado las consultoras, después de analizar las planillas del Banco Central, y que resultaba un término demasiado técnico para el consumidor ocupado en su día a día, está «bajando a tierra». Las consultoras ya no solo hablan de que eventualmente puede afectar el resultado de los bancos, sino que, si la gente no tiene más resto para financiarse, lo que peligrará es la incipiente recuperación del consumo.
¿Por qué la gente no paga la tarjeta? Porque ese «préstamo» que es la tarjeta y que a las familias les está resultando fundamental para sostener el consumo, «comenzó a tener un gran peso al compararlo con un salario que no termina de despegar», dicen en LCG.
«Con relación al salario, los préstamos personales mostraron una acelerada suba respecto del piso mínimo de abril de 2024, mientras que el financiamiento vía tarjeta de crédito ya se encuentra en máximos. En este contexto, luce razonable que las familias estén teniendo dificultades para pagar sus deudas», agregan.
Para los economistas de la consultora, esta situación «posiblemente anticipe una mayor desaceleración en el crecimiento de los préstamos a familias y comience a generar dudas sobre la capacidad de seguir sosteniendo el aumento del consumo en los próximos meses».
La morosidad de las familias aumentó un 46% en abril (último dato disponible) contra noviembre pasado. La de las empresas también subió, pero menos (39%). «La cartera irregular total (sobre los préstamos al sector privado) fue 2,2%, pero la de las familias era 3,7% y de las empresas 0,9%», detalla la consultora Quantum.