Causa Cuadernos: sobreseyeron a un empresario mendocino por su estado de salud
A las 9.30 se reanudó la lectura de la acusación fiscal en el juicio oral por los Cuadernos de las Coimas, la megacausa de corrupción en la que ayer fue sobreseído el empresario Enrique Pescarmona, (IMPSA), de 84 años, acusado de haber pagado coimas en 13 oportunidades.
Según fuentes judiciales, el tribunal apartó del juicio oral al empresario por “incapacidad sobreviniente”, en razón de un cuadro de Alzheimer que le impide comprender el proceso y llevar adelante su defensa.
Para esta tercera jornada, con los más de 80 imputados conectados vía Zoom, está previsto seguir con los aportes de algunos de los “arrepentidos” en la causa y con la descripción, según la acusación fiscal, del rol de Cristina Kirchner como jefa de un esquema de recaudación ilegal.
El bloque de los arrepentidos comenzará con Oscar Centeno, el chofer del Ministerio de Planificación que escribió los cuadernos que dispararon la investigación periodística del periodista Diego Cabot de La Nación y luego la causa judicial.
Centeno ratificó ser el autor de esas anotaciones, que eran, según explicó, el resultado de una vieja “costumbre castrense”, por su paso por el Ejército.
Respecto del sistema de recaudación dijo que, mientras vivía Néstor Kirchner, los viajes se realizaban hasta tres veces por semana, pero que tras su fallecimiento, en 2010, se redujeron a uno por semana.
Confirmó también que Roberto Baratta, mano derecha de Julio De Vido, era el principal responsable de llevar a la práctica ese sistema de recaudación, que intercambiaba coimas por la adjudicación de la obra pública a los empresarios.
Al igual que en la antesala a las dos primeras jornadas, Cristina Kirchner volvió a cuestionar el proceso en redes, esta vez apuntando directamente contra esos escritos de Centeno, a los que calificó como “truchos”.
La fiscal Fabiana León acusa a la expresidenta de ser la jefa de una asociación ilícita que dependía “pura y exclusivamente de su voluntad”.
“Los elementos de prueba recabados durante la instrucción demostraron que el sistema de recaudación diseñado tuvo un único vértice, por cuanto el dinero era mayormente entregado en los domicilios que utilizaban Cristina Elisabet Fernández y Néstor Kirchner, al menos durante los años 2008/2010″, dice el texto.




