Marcha por las universidades: el Gobierno asegura que depositó los fondos de funcionamiento y advierte que “auditar es una obligación”
El Gobierno salió a reafirmar que pagó los aumentos de los fondos de funcionamiento a las universidades nacionales, además de un plus excepcional para los centros de salud que de ellas dependen.
Esas partidas, que representan apenas un 10 por ciento del presupuesto universitario general, habían sido detalladas por el Ministerio de Capital Humano con un anuncio de un acuerdo que desde las rectorías relativizaron. Este mismo lunes, desde el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) hasta dejaron trascender que no habían existido siquiera esos pagos.
Mediante un comunicado subido a sus redes, la cartera que depende de Sandra Pettovello, salió a confirmar que «tal como estaba planificado cuando se estableció el cronograma de pagos con el CIN, en el día de hoy se realizó el depósito del 100% de los gastos de funcionamiento de las Universidades Nacionales». Como se había anunciado, ese pago incluía un aumento del 70% para esa partida específica por un total de poco más de 10 mil millones de pesos.
Pero, siguiendo la estrategia oficial de minimizar la protesta a una iniciativa «política» como sostuvo este lunes el portavoz presidencial Manuel Adorni, desde la cartera de Pettovello recalcaron la idea de «auditar» a las universidades, porque «es una obligación».
A los gastos de funcionamiento, el Gobierno le sumó la partida excepcional y por única vez de gastos «específicos para la función salud», que se dio luego de la protesta y abrazo simbólico al Hospital de Clínicas de la UBA. La partida, según el Gobierno, implica otros 11.812 millones de pesos, para las universidades de Córdoba, Cuyo, La Rioja y la de Buenos Aires, para sus hospitales universitarios.
Sin ningún tipo de aumento para docentes, el presupuesto universitario, congelado en cifras del 2023, en 752.482 millones de pesos. El 90 por ciento de ese presupuesto es para sueldos. Las actualizaciones dadas por el Gobierno impactan en el 1% de los fondos que reciben las universidades.
Clarín
