Gesto de apoyo de los Estados Unidos: Milei se reunió con el principal asesor de Biden para la región

Javier Milei cosechó las primeras señales de respaldo político por parte del gobierno de Joe Biden en el inicio de su gira por los Estados Unidos, su primer viaje al exterior como presidente electo, que incluirá este martes una visita a la Casa Blanca para comenzar a delinear un vínculo crítico para sus futuros planes en la Casa Rosada.

Milei almorzó en Nueva York con el expresidente Bill Clinton, y con Christopher Dodd, exsenador demócrata, amigo personal de Biden y su asesor especial para las Américas, y la Casa Blanca dijo que quiere seguir buscando formas de “cooperar” con la Argentina antes de recibirlo este martes para una reunión con el jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan, su principal asesor en política exterior.

“Queremos seguir buscando formas de cooperar con la Argentina”, dijo este lunes en la sala de prensa de la Casa Blanca el director de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, al ser consultado sobre la visita de Milei. “Esperamos obviamente escuchar las ideas del presidente electo y dónde quiere ir con sus políticas y asegurarnos de mantener el canal de comunicación abierto”, completó.

El periplo de Milei en Estados Unidos había comenzado con una visita muy temprana, apenas después de que aterrizó su vuelo, a “El Ohel”, la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, mejor conocido como “el Rebe de Lubavitch”, un lugar sagrado para el judaísmo ortodoxo.

“Voy a dar gracias”, había anticipado en una entrevista LN+. Milei estuvo allí menos de una hora, con su hermana Karina y con Gerardo Werthein, quien se perfila como futuro embajador en Washington.

La agenda neoyorquina incluyó el almuerzo privado con Clinton y Dodd. Werthein dijo en declaraciones a LN+ que Milei respondió preguntas, explicó su plan y cómo pensaba implementarlo. “En Estados Unidos hay un gran trabajo, una gran colaboración para ayudar a la Argentina para que pueda salir adelante”, describió.

La cita permitió marcar además un punto de acercamiento con el Partido Demócrata. Milei es un confeso admirador del expresidente Donald Trump, quien lo felicitó por su triunfo y prometió viajar a la Argentina a verlo, y también cuenta entre sus aliados globales a Jair Bolsonaro y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, todas figuras tóxicas para la izquierda norteamericana. El encuentro con Clinton y Dodd ofrece un matiz de equilibrio ideológico en su red de contactos internacionales y sirve de preámbulo a su visita a la Casa Blanca.

Tras la parada en Nueva York, Milei tiene previsto viajar este lunes por la noche a Washington para afrontar la parte más pesada de su gira por los Estados Unidos. Milei llegará a la capital con una misión específica: aceitar los vínculos bilaterales para poder llevar adelante sus planes. Tendrá encuentros en Casa Blanca, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Tesoro y el Departamento de Estado. De momento, no hay reuniones previstas en el Congreso, aunque la agenda todavía puede sufrir cambios. Además de Sullivan, se prevé que en la reunión en la Casa Blanca esté presente Juan González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional y principal asesor de Biden para la región.

Juan González, asesor de Joe Biden para América Latina
Juan González, asesor de Joe Biden para América LatinaRafael Mathus Ruiz

El equipo de Milei definió las reuniones como “protocolares”, pero Milei apunta a discutir su plan económico, las medidas de ajuste fiscal, la reforma de la política monetaria, el achicamiento del Estado y los proyectos de desregulación de la economía. No hay intenciones de buscar de financiamiento, indicaron los voceros.

Milei aterrizó muy temprano en el aeropuerto Teterboro, en Nueva Jersey, en un vuelo privado acompañado por Luis “Toto” Caputo, ya posicionado como timonel de su equipo económico, y con su futuro jefe de Gabinete, Nicolás Posse. La comitiva también incluye a su hermana, Karina Milei; a Santiago Caputo, a quien el libertario definió como “el verdadero arquitecto” de su triunfo, y Werthein.

El embajador norteamericano en Buenos Aires, Marc R. Stanley, también viajó a Washington para “participar en reuniones introductorias entre el presidente electo argentino y funcionarios del gobierno de Estados Unidos”, indicó la embajada norteamericana.

Primera impresión

Milei tendrá la posibilidad de forjar una primera impresión en cada una de sus reuniones en Washington. Las declaraciones de Kirby volvieron a dejar en claro la férrea intención de la Casa Blanca de minimizar las inocultables diferencias ideológicas entre Milei y Biden en pos de las afinidades y el fortalecimiento del vínculo bilateral, una actitud que el gobierno de Biden ya ha desplegado con otros socios regionales.

La visita tiene como foco ineludible la ardua tarea de reparar la economía argentina. En el Tesoro y en el FMI, Milei discutirá el perfil del programa económico, que apunta a imprimir un fuerte ajuste fiscal y un reacomodamiento de las variables monetarias para comenzar a estabilizar la economía. A diferencia de sus dos antecesores, Mauricio Macri y Alberto Fernández, Milei tendrá un margen mucho más acotado en el Tesoro.

Jay Shambaugh, subsecretario para Asuntos Internacionales del Tesoro y un colaborador de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo en un discurso en septiembre que el Fondo “debe estar dispuesto a retirarse si un país no toma las medidas necesarias” para ser eficaz, un mensaje unívocamente leído como un punto aparte con la Argentina. Pero Milei también llega con una visión –y un paquete de reformas– mucho más alineada con la filosofía del FMI que la de Fernández, o, incluso, la de Macri.

Antes de viajar, Milei ya había tenido su primera conversación virtual con la jefa del Fondo, Kristalina Georgieva, el viernes, luego del feriado por el día de Acción de Gracias. Durante la conversación, que se extendió por alrededor de una hora, Milei y Georgieva pudieron discutir el contorno y las principales medidas del programa económico en mente del presidente electo, un primer paso para que luego Caputo y el equipo del Fondo que comandan Rodrigo Valdés y Luis Cubeddu, trabajen en la letra chica y la secuencia de la implementación del plan.

La nueva negociación con el FMI arranca bajo una enorme presión: en enero y diciembre, la Argentina tiene que pagar casi 4000 millones de dólares para poder mantener el programa vigente a flote y encarar la nueva renegociación con el organismo.

La Nación

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