Cuándo es recomendable podar los rosales para que florezcan más
La poda es una de las tareas más importantes para mantener un rosal fuerte, equilibrado y con flores de calidad. Sin embargo, no todas las estaciones son igual de efectivas, y hacerlo en el momento equivocado puede afectar la producción de flores e incluso debilitar la planta.
Según los especialistas en jardinería, la época ideal para podar rosales no coincide con la primavera, como suele creerse. Lo más recomendable es esperar a finales del invierno, justo antes de que comiencen a brotar los nuevos tallos. Este momento permite que la planta concentre toda su energía en el desarrollo de flores más grandes y resistentes.
Además de la época, la técnica de poda es clave: eliminar ramas secas, débiles o enfermas, así como recortar aquellas que crecen hacia el interior, mejora la circulación de aire y reduce el riesgo de plagas. Con el corte adecuado y en el momento preciso, el rosal tendrá un ciclo de floración más prolongado y vistoso.
Cuándo y cómo podar el rosal para que florezca más
- Finales de invierno: es el momento óptimo, antes de que comience el crecimiento activo en primavera.
- Usar tijeras afiladas y limpias: para evitar daños y posibles infecciones en la planta.
- Eliminar ramas secas o enfermas: favorece la salud general y previene plagas.
- Recortar un tercio de la planta: estimula el crecimiento de nuevos brotes y flores.
- Cortar por encima de una yema externa: para orientar el crecimiento hacia fuera y evitar enredos.
- Quitar ramas cruzadas o débiles: mejora la estructura y la resistencia del rosal.
- Aplicar sellador o pasta cicatrizante: protege los cortes y reduce el riesgo de enfermedades.
- Regar de forma moderada después de podar: ayuda a la planta a recuperarse sin saturar el suelo.
- Fertilizar al inicio de la brotación: aporta nutrientes para una floración abundante.
TN