Cómo afectará a las jubilaciones el ajuste de Milei y Caputo

El paquete de medidas difundidas ayer afecta también a los jubilados y pensionados, un sector que viene en franco retroceso desde hace varios años.

Es porque el Gobierno enviará un proyecto de ley para derogar la ley de movilidad previsional y que los aumentos de 2024 se otorguen por decreto, tal como aplicó Alberto Fernández en 2020.

El objetivo es eliminar cualquier fórmula de ajuste por salario, recaudación o alguna que otra variable. Y que el Poder Ejecutivo fije los aumentos en línea con el ajuste de las partidas sociales y la pérdida del poder adquisitivo que va a tener el resto de la economía familiar.

También habrá una revisión de las pensiones, en especial las por discapacidad. Y se modificarán las pensiones por viudez, excluyendo a los cónyuges convivientes. Y se revisarán los regímenes diferenciales, como el caso de los docentes, docentes universitarios, Poder Judicial y por tareas insalubres.

Por otro lado, habrá un corte en la jubilación moratoria y se mantendrá, con algunos cambios, la PUAM (Pensión al Adulto Mayor)

La inflación –que se proyecta este mes a más del 20%- ya se devoró el bono de $ 55.000 que están cobrando los jubilados de haberes más bajos. No hubo ninguna definición si se mantendrá ese bono en enero y febrero.

En relación a un año atrás, el haber mínimo era de $ 50.124 más un bono de $ 10.000 (total $ 60.124) y este mes de diciembre están cobrando una mínima de $ 105.713 + $ 55.000 ($ 160.713). Representa una suba del 167,3%.

En tanto la inflación anual se perfila en torno del 190%. El ingreso total mínimo se ubicaría 22,7 puntos por debajo de la suba de los precios.

De mantenerse el pago del bono de $ 55.000, el ingreso total seguiría en $ 160.713 tanto en enero y febrero, cuando en esos 2 meses la inflación podría acumular un 50% o más La caída del poder adquisitivo de la jubilación mínima podría rondar el 35% en sólo tres meses.

Esto significa que el bono de $ 55.000, en enero debería subir como mínimo a $ 65.000 y a casi $ 80.000 en febrero y aplicar algún aumento de emergencia para los que no cobran bonos.

Es que más catastrófica en relación a sus haberes originales es la situación de los que no cobraron bonos que este año tuvieron un aumento del 110,9% versus una inflación del 190%. Representa una caída del 28% en apenas 12 meses. Si sumamos la inflación de enero y febrero, la caída podría rondar el 40% o más.

Estas pérdidas se suman a la de los últimos años: Este proceso tiene varias etapas:

  • Entre septiembre 2017 (base que se toma por el cambio de la movilidad durante el Gobierno de Mauricio Macri, y diciembre 2019, las jubilaciones y pensiones y demás prestaciones sociales tuvieron un deterioro del 19,5% en relación a la inflación.
  • En 2020, ya con Alberto Fernández, con los aumentos diferenciados por decreto las jubilaciones y pensiones aumentaron entre el 35,3% y el 24,3% versus una inflación del 36,1%.
  • En 2021, con una inflación del 50,9%, punta a punta los aumentos fueron del 52,7%.
  • En 2022, la fórmula de movilidad arrojó un 72,5% versus una inflación anual del 94,8%. Una pérdida del 11,5%.
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