La app Lannis creada por argentinos que provocó la reacción del Consejo Profesional de Ciencias Económicas

Joaquín Paños, Ricardo Espinosa y Thomas Shaw fundaron la aplicación Lannis, una plataforma digital que se define como un “asistente contable”, que usa herramientas de IA. Diseñado inicialmente para freelancers o ‘contractors’, emplea estas herramientas para simplificar o automatizar gestiones como la facturación o la carga de información vinculada con impuestos.

“Lo que ofrecemos centralmente hoy es toda la gestión del pago de impuestos para quien trabaja al exterior. Es un servicio de punta a punta que hace todo ese trabajo, para que el cliente pueda hacer su factura, le explicamos todo lo que tiene que hacer para que la plata que trae esté en regla, ayudamos a generar los VEP (volante electrónico de pago) para pagar impuestos o el pago del monotributo”, detalla Paños, en diálogo con La Nación.

Con algo más de tres meses de desarrollo, sus creadores decidieron lanzar la app, que tiene un costo de US$25 mensuales, en un formato beta, orientado a un universo cerrado y limitado de clientes. Con las funcionalidades disponibles, habilitaron la plataforma bajo demanda: los usuarios potenciales debían solicitar el acceso, a la espera de la habilitación formal.

Pero esta innovación generó una reacción casi inmediata por parte del gremio de los contadores. Aun sin lanzamiento formal y apertura plena de sus servicios, desde el Consejo Profesional, que nuclea a los profesionales de ciencias económicas del país, realizaron una intimación formal para que la plataforma cesara “sus actividades en un plazo máximo de 48 horas”.

En concreto, las autoridades del Consejo plantean que el servicio de la plataforma Lannis “vulnera la ley nacional 20.488”. Según su perspectiva, esta herramienta “ofrece y presta servicios de asesoramiento y liquidación de impuestos”, una actividad que según la ley vigente es «exclusiva de los profesionales matriculados” como contadores. Según la institución, esta decisión de intimar formalmente a Lannis fue con el objetivo de “proteger las incumbencias profesionales”.

Los fundadores de Lannis reconocieron su sorpresa por el conflicto, y su escalada a través de las redes sociales. “Les ofrecimos trabajar con ellos, es lo que quisimos hacer desde un principio”, dice Paños, quien recibió una intimación personal semanas atrás por parte del Consejo.

La Nación contactó a las autoridades del Consejo, pero decidieron no hacer declaraciones adicionales. Ayer, hubo una reunión presencial para acercar posiciones en torno a este conflicto.

Según el cofundador de la plataforma, el reclamo es por un supuesto “incumplimiento” en normas de la profesión. “Asumen que no tenemos contadores en el equipo”, dice Paños, quien, sin embargo, plantea que existen contadores, profesionales de ciencias económicas y del área de sistemas en el equipo. “Revisamos todo con los abogados y lo que vemos es que está todo bien. Lo que esperamos es contribuir y no destruir”, agrega el CEO de Lannis, quien estudió Administración y Sistemas en ITBA y luego hizo un MBA en Berkeley (Estados Unidos). Antes de empezar con este proyecto, trabajó en el Banco Galicia, en el equipo de online banking y el desarrollo de su app, y tuvo dos pasos por Mercado Libre, con un último paso por el negocio de créditos.

“Ellos pensaron que no teníamos contadores o que queríamos salir a reemplazarlos, pero lo que empezamos a ver es el desarrollo de la IA para automatizar buena parte de los procesos que son recibir datos o captar información, para que los contadores del equipo lo terminen validando. Estamos haciendo herramientas para que se puedan hacer tareas más rápido, como firmar balances o hacer una factura”, dice Paños.

Su motivación para desarrollar la nueva plataforma surgió, cuenta, cuando volvió al país y se encontró con profesionales y colegas de diferentes áreas de servicios que trabajaban para el exterior. “Creció mucho post-pandemia la cantidad de personas viviendo acá, pero cobrando en el exterior, y muchos no sabían qué hacer para estar en regla, con las regulaciones y el cepo. Una de las cosas que más veíamos era que el problema era cómo hacer para traer la plata. Y después, cuando se solucionó, el siguiente problema que apareció era cómo tenerla en regla con los impuestos”, relata.

En ese sentido, advirtió que para el segmento de trabajadores independientes a veces resultaba difícil o costoso acceder a un contador. “Descubrimos que los contadores dan un muy buen servicio a empresas o se enfocan en grandes contribuyentes, pero a veces es difícil tener tiempo para darles servicio a este otro grupo. Terminaba habiendo un segmento desatendido, porque los contadores les dan servicio a grandes o porque al pequeño le resulta muy caro”, dice Paños, al explicar el desarrollo de su plataforma que generó una disrupción en la disciplina.

Mientras el conflicto formal con el Colegio avanza, Paños ya diagrama el futuro de su plataforma. “Creemos que desde el mundo fintech hay mucho que hacer para democratizar las finanzas. Ahora mucha más gente tiene acceso a servicios financieros, pero no llega a un contador, y nosotros somos una derivada, que busca unir esas puntas. Muchos cobran por billeteras digitales, lo que nosotros hacemos es que eso esté en regla”.

Para La Nación, Esteban Lafuente

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