Holocausto: así era el campo de concentración nazi de Auschwitz, en un nuevo aniversario de su liberación
Ubicación de los campos
El régimen nazi se valió del tendido ferroviario europeo para llevar a cabo su plan de exterminio. En esa red, Auschwitz fue uno de los puntos principales a los que llegaban vagones de carga y de pasajeros con los prisioneros que serían forzados a trabajar o directamente asesinados. En los vagones, habitualmente sellados para que nadie lograra huir, se sometía a las personas capturadas al hambre, temperaturas extremas y condiciones de higiene inviables. Solía haber un solo balde para que todos resolvieran sus necesidades fisiológicas. Por tren se trasladó a más de un millón de prisioneros: se les decía que iban a trabajar, aunque en general directamente se los mataba. El Ministerio de Transporte alemán coordinaba los itinerarios de las víctimas: el uso del tren fue especialmente intensivo luego de que el nazismo dispusiera la autoproclamada “solución final” que desencadenó el exterminio masivo de judíos a partir de 1942.
La ruta ferroviaria hacia los campamentos
Destinado a torturar, someter al trabajo esclavo y asesinar, Auschwitz fue creciendo para cumplir con su objetivo de exterminio. A las barracas del ejército polaco que sirvieron para encerrar a los primeros prisioneros se les sumaron nuevas construcciones con esos fines y también destinadas a la ejecución de las víctimas. Dado ese crecimiento, el nazismo dividió el espacio en tres campos. Las SS -organismo a cargo de la policía y de control del nazismo- coordinaban el funcionamiento de Auschwitz, que llegó a tener más de cuarenta “sub-campos” bajo su órbita.
Según estimaciones del Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá de Jerusalém, Yad Vashem, en ese campo fueron asesinados más de un millón de judíos, 70.000 polacos no judíos, 25.000 gitanos y 15.000 prisioneros de guerra soviéticos. Además hubo otros grupos perseguidos, como homosexuales, testigos de Jehová y personas con discapacidad.
Los vagones del terror
Estos vagones de mercancías empleados por la Red Ferroviaria Nacional de Alemania para transportar alimentos, ganado y otros artículos fueron usados durante la guerra para deportar prisioneros a los campos de Auschwitz.
Auschwitz ICampo principal
El campo de Auschwitz I
Fue el primer campo de concentración en lo que ahora es Polonia. Recibió a los primeros prisioneros el 14 de junio de 1940. Se convirtió en un campo de exterminio sistemático de los judíos después de la conferencia de Wannsee en enero de 1942, donde se planteó la «Solución final a la cuestión judía».

Escape imposible
Alambrados electrificados y francotiradores de las SS que disparaban a quienes se acercaban al perímetro hacían prácticamente imposible la fuga del campo.
Auschwitz IIBirkenau
El campo de Auschwitz II
La construcción del campo de concentración comenzó en octubre de 1941. Poco tiempo después se decidió usarlo como campo de exterminio. Fue construido sobre terreno pantanoso y expuesto. La edificación se llevó a cabo por etapas, siendo el objetivo final alojar alrededor de 200.000 prisioneros. Participaron en su construcción prisioneros de guerra soviéticos y presos polacos y judíos.

Las barracas de Birkenau
Originalmente diseñadas para albergar 550 prisioneros cada una, esta cifra se llegaba a duplicar lo que provocaba pésimas condiciones sanitarias que elevaron el índice de mortalidad entre los prisioneros.
La cámara de gas y los crematorios
En 1943 comenzaron a funcionar en Birkenau cuatro instalaciones destinadas a exterminar de forma más eficiente a los prisioneros. Podían cremar unas 4 mil personas diarias. Durante la primavera de 1944, esta cifra llegó a superar las 10000.

El gas Zyklon B
Pesticida en forma de gránulos que, al entrar en contacto con el aire, liberaban un veneno (cianuro líquido) capaz de aniquilar a miles de personas en pocos minutos.

Auschwitz IIIMonowitz
Fuente: Clarín